El bono negociado por la CGT con el Gobierno y la dirigencia empresarial no llega a compensar, ni en el mejor de los casos, la quinta parte de la pérdida de poder adquisitivo durante este año para una selección de gremios importantes en las negociaciones paritarias, calculó el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
Si el bono fuera de 5 mil pesos –cosa que está lejos de darse por hecho, en la medida en que el propio Ministerio de Producción salió a aclarar que la mejora sería “hasta” ese valor– sólo permitiría compensar una parte menor de la caída de los salarios reales a lo largo de todo el año. En la construcción, por ejemplo, se necesitaría un bono de 26 mil pesos para que el salario a fines de 2018 se ubique en términos de poder adquisitivo igual que hace un año.
Según los datos relevados por el CEPA, los trabajadores del gremio de Comercio acumulan en lo que va del año una caída del salario real del orden del 9 por ciento, lo que equivale a un total de 32.906 pesos (calculados en base a la suma salarial acumulada).
Entre los metalúrgicos, la baja del poder adquisitivo es del 11,6 por ciento, lo cual equivale a un total acumulado promedio de 37.995 pesos. Para los gastronómicos, la baja del 13,3 por ciento implica una merma acumulada del poder adquisitivo de 48 mil pesos y los gráficos, con una baja del 8,4 por ciento, perdieron 31 mil pesos.
Frente a este nivel de deterioro, el Gobierno aceptó la firma del decreto del bono por “hasta 5 mil pesos”, lo cual ni siquiera asegura esa suma, que es importante pero bastante menor frente a lo que perdieron los trabajadores.