El estudio “Apostar no es un juego” investigó la penetración de las apuestas en línea entre adolescentes y jóvenes de Argentina, y reveló que tres de cada cuatro jóvenes que apuestan dedican hasta dos horas diarias a esta actividad, mientras que un 13% pasa más de cuatro horas por día en plataformas de apuestas en línea.
El trabajo, que fue realizado entre marzo y julio de este año y contó con una muestra de 7.810 encuestas analizadas, mostró que el 95% de los encuestados había escuchado hablar de las apuestas en línea, mientras que el 38% admitió haber apostado al menos una vez. Estos resultados subrayan la creciente presencia de esta práctica entre los menores, a menudo impulsada por la digitalización y el fácil acceso a plataformas de juego.
La frecuencia de participación es un dato revelador, ya que este alto nivel de compromiso con el juego en línea genera una preocupación significativa sobre los posibles efectos en su vida cotidiana y su bienestar emocional -según publica Infobae-.
Los riesgos percibidos por los mismos encuestados son claros: el 75% considera que las apuestas en línea pueden convertirse en una adicción, y el 70% reconoce que esta práctica tiene efectos negativos en la juventud. Entre estos efectos destacan los problemas de ansiedad y estrés, ya que el 28% de los jóvenes afirmó haber sentido ansiedad cuando no pudo realizar una apuesta, lo que sugiere que esta actividad puede estar interfiriendo gravemente en su salud mental.
El estudio desarrollado por especialistas vinculados a la política y la comunicación (los licenciados Constanza Alonso, Fernando Cabani y Martín Romeo, de las universidades de Buenos Aires y Morón) también señala el impacto económico de las apuestas en línea, ya que los jóvenes gastan en promedio dos de cada tres pesos recibidos de sus padres en apuestas. Estos datos, junto con el tiempo invertido en la actividad, confirman que las apuestas en línea no solo afectan la vida social de los jóvenes, sino también sus finanzas personales y familiares.
Qué rol juegan la influencia de amigos y figuras públicas
La influencia social es uno de los principales motores que impulsa a los jóvenes a involucrarse en las apuestas en línea. Según el mismo estudio, tres de cada cuatro jóvenes conocen a amigos o personas cercanas que apuestan, lo que fomenta un ambiente donde esta actividad es vista como normal o incluso deseable. Esta presión de grupo genera una percepción distorsionada de las ganancias potenciales, lo que motiva a los adolescentes a sumarse a las apuestas.
Además, la publicidad juega un papel crucial en este proceso. Walter Martello es defensor adjunto bonaerense, director del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, y quien coordinó el documento “Ludopatía en jóvenes”, realizado tras la solicitud de la asociación civil “Pensando en Generar Políticas Públicas”.
En una nota previa, el funcionario destacó que la presencia de patrocinadores de apuestas en el fútbol argentino, donde el 28% de los equipos de Primera División llevan publicidad de casas de apuestas en sus camisetas, promueve esta actividad entre los jóvenes.
A esto se suma el peso de influencers y figuras públicas que normalizan el juego al publicitar plataformas de apuestas a través de sus redes sociales, lo que incita a los adolescentes a participar para “no quedarse fuera” o ganar un sentido de pertenencia.
“Los influencers en las redes sociales se dirigen a los menores y promueven ganancias que nunca van a ser tales, son todas condiciones que generan un círculo de condiciones para el desarrollo de esta verdadera epidemia”, sostuvo el experto.
En respuesta a esta situación, recientemente el gobierno bonaerense anunció nuevas medidas para controlar este fenómeno, que afecta principalmente a los adolescentes, entre las que figuran que tomarán acciones legales contra famosos e influencers que promuevan apuestas ilegales. En la misma línea, el gobierno de la Ciudad cerró la inscripción para nuevas licencias y suspendió convenios con futuros operadores.
El riesgo de desarrollar una adicción
En el fondo, lo que preocupa a los especialistas es la posibilidad de que los menores caigan en la ludopatía o adicción al juego. Cabe aclarar que las apuestas están dentro de las conductas que forman parte del trastorno adictivo comportamental denominado “Juego patológico”, calificado por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales (DSM-5).
Este trastorno afecta gravemente a los jóvenes, quienes son más susceptibles debido a la etapa de desarrollo en la que se encuentran. Según el licenciado en Psicología Matías Sánchez Sanda (MN 75283), quien es especialista en adicciones comportamentales e integrante del Departamento de Psicoterapia Cognitiva de Ineco, “las apuestas son altamente adictivas debido a su mecanismo de recompensas intermitentes, lo que provoca una liberación de dopamina en el cerebro, similar a lo que ocurre en las adicciones a sustancias”.
El riesgo de desarrollar una adicción aumenta con la falta de conocimiento sobre los mecanismos del juego y sus consecuencias. Sánchez Sanda advirtió que el mayor acceso a las plataformas en línea y la disponibilidad de billeteras virtuales, donde los jóvenes pueden recibir dinero de sus padres, facilita la entrada a este mundo. “La búsqueda de gratificación instantánea y la falta de control inhibitorio son factores que hacen que los adolescentes sean particularmente vulnerables a desarrollar comportamientos abusivos y adictivos”, agregó.
Señales de alerta para los padres
Los padres deben estar atentos a las señales de alerta que pueden indicar que un joven está desarrollando una adicción al juego. Entre las principales señales, la médica pediatra especialista en usos y efectos de las tecnologías de información y comunicación en niños y adolescentes, y presidente de la Subcomisión de Tecnologías de Información y Comunicación (TICs) de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), Silvina Pedrouzo (MN 86.397) mencionó los cambios en la personalidad o el comportamiento, la pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban, la acumulación de deudas inexplicables, y la exhibición de dinero o bienes sin justificación clara.
Pedrouzo también destacó otros síntomas a los que los padres deben prestar atención, como las alteraciones del sueño, la irritabilidad, el bajo rendimiento académico, y los síntomas de ansiedad o depresión. En los casos más extremos, los jóvenes pueden presentar ideas suicidas o recurrir a autolesiones como resultado de su adicción a las apuestas. Estos comportamientos deben ser abordados de inmediato con la ayuda de profesionales de la salud.
Estrategias de regulación y medidas preventivas
Frente a este creciente problema, los expertos y las autoridades subrayan la importancia de implementar medidas preventivas. Según el estudio, el 42% de los encuestados propone la aplicación de controles más estrictos para limitar el acceso a las plataformas de apuestas en línea. Asimismo, el 35% apoya la restricción de la publicidad dirigida a jóvenes, y el 28% sugiere prohibir completamente el acceso de menores a estas plataformas.
Según Martello, España implementó una de las estrategias más eficaces en la lucha contra la ludopatía. Entre las medidas más destacadas tomadas por el país europeo, está la prohibición del sponsoreo en equipos de fútbol y en eventos deportivos, así como la restricción de mensajes promocionales de influencers, figuras públicas y hasta personajes animados que podrían dirigirse a menores de edad.
Para el experto local, este enfoque “es el modelo a seguir”.