El piloto sufrió algunas heridas. La carga logró ser rescatada intacta, pese a que el enfermero que la manipuló se tropezó y cayó al suelo con ella.
Un helicóptero sanitario se estrelló el viernes pasado cerca de las 15 en la azotea del Hospital Keck de la Universidad del Sur de California, en Estados Unidos. Transportaba un un corazón que debía ser trasplantado a un paciente de aquel centro de salud. El piloto sufrió heridas, mientras que los otros dos ocupantes resultaron ilesos. El órgano fue recuperado intacto, aunque tuvo otra caída antes de llegar a destino, cuando el enfermero que lo llevaba se tropezó y se fue de cara al suelo.
El momento del accidente fue registrado por las cámaras de los celulares de varios testigos, que filmaban el aterrizaje sin imaginar lo que sucedería. En uno de los videos, grabado desde una de las habitaciones del hospital, se puede escuchar la desesperación de una mujer mientras presencia la tragedia.
Pocos minutos después, dos camiones de bomberos llegaron al hospital. Margaret Stewart, vocera del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, informó que el transporte sanitario que se estrelló “no tuvo fugas significativas de combustible».
De acuerdo a lo publicado por el portal LA Times, había tres personas a bordo de la nave, que sufrieron heridas leves, el piloto fue ingresado al hospital, donde recibió atención médica, mientras que las dos personas a bordo rechazaron ser asistidos.
En un comunicado, las autoridades del Hospital Keck, revelaron que nadie alrededor o dentro del hospital resultó herido por el incidente y que la atención al paciente tampoco se vio interrumpida. Meg Aldrich, portavoz del centro de salud, aseguró que el órgano no sufrió daños y “solo un par de horas después del accidente, se estaba trasplantando el corazón a un paciente».
Javier Chamorro, de 59 años, estaba parado afuera del hospital esperando que su hijo lo recogiera cuando fue testigo del accidente. “El edificio tembló. Pensé que era un terremoto», aseguró en diálogo con LA Times. Sin embargo, 15 minutos después, se enteró por un empleado del hospital que el ruido fuerte y el temblor provenían de un helicóptero que se había estrellado en el helipuerto del edificio.
“Estaba adentro del edificio trabajando y, de repente, escuchamos que todos salían corriendo, salimos y lo vimos. La gente decía algo como: ‘Oh, el helicóptero, la pala del helicóptero, se estaba cayendo’, o algo así. No vi nada personalmente, pero sé que estaban hablando de escombros que volaban del aire”, contó el farmacéutico interno del hospital en diálogo con la cadena CBS.
El transporte aéreo que sufrió el accidente había despegado en San Diego, sin problemas técnicos aparentes. Al llegar al hospital de Los Ángeles, comenzó a descender con intenciones de aterrizar pero algo salió mal y cayó de costado. Los golpes de las palas, que continuaban en movimiento, hicieron que volaran escombros hacia abajo, los cuales terminaron cayendo en la vereda, milagrosamente, sin lastimar a nadie.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte y la Administración Federal de Aviación (FAA) están investigando las causas del accidente, informó Terry Williams, portavoz del primer organismo mencionado.
