El terremoto económico que dejó el resultado electoral del domingo pasado, tras las PASO, con una devaluación del 17,7%, obligó a los economistas a recalcular las estimaciones de inflación que prevén una aceleración de hasta el 5% en agosto y un acumulado anual del 50%, si el escenario se mantiene.
Hasta el momento, el índice de Precios al Consumidor (IPC) venía en desaceleración con un 2,2% en julio frente al 2,7% de junio y un acumulado en los primeros siete meses de 2019 del 25,1%, frente a los 23% que proyectaba el Gobierno.
Lorenzo Sigaut Gravigna, economista jefe de Ecolatina indicó que la inflación de agosto se ubicará en un 4% promedio. “La primera quincena venía más cercana al 2% y la segunda prevemos una aceleración de la inflación producto del salto cambiario”, explicó a ámbito.com.
Para septiembre, espera que la inflación siga siendo elevada “porque el traslado de la devaluación a precios no es instantáneo”. “Algunos precios van a terminar de ajustar en los primeros días de septiembre y aún no sabemos qué va a pasar con el tipo de cambio”, agregó.
A su turno, el director del Centro de Estudios Económicos de Orlando Ferreres y Asociados, Fausto Spotorno, estimó que el IPC de agosto se ubicará en 4,5%, mientras que en septiembre el valor podría alcanzar el 5%. La inflación anual para Spotorno, también se ubicaría en torno al 50%.
Sin embargo, explicó que aún resta ver el impacto de las medidas anunciadas por el Gobierno y analizar cómo los supermercados y comercios minoristas van a terminar de trasladar a precios la devaluación de los últimos días.
Por su parte, para Federico Furiase, director de la consultora Eco Go, la inflación de agosto estaría entre el 4,5 y 5,5%, «con un arrastre muy fuerte para septiembre que dependerá también del tipo de cambio».
«Con la segunda semana relevada, la inflación de alimentos que venía a un ritmo de 0,3% semanal, hizo un quiebre y saltó al 2,2% semanal producto del shock del tipo de cambio que tuvimos tras las PASO. Todavía no tenemos un número fino para agosto, porque estamos en un contexto de volatilidad, eso va a depender de cómo evoluciona el tipo de cambio y del margen para traslado a precios», explicó.
Ya hay otras consultoras que están previendo una inflación entre 6 y 7% para septiembre.
La fuerte aceleración de agosto podría haber sido mayor si el Gobierno -acorralado por los resultados electorales- no hubiera decidido congelar las naftas, ni eliminar el IVA a la canasta básica. En tanto, los rubros que podrían impulsar al alza al índice serían alimentos, electrodomésticos y autos, entre otros –según publica Ámbito-.