El gremio de los trabajadores de bancos anunció el estado de alerta y movilización ante lo que consideró como inapropiadas declaraciones de carácter ofensivo contra su Director de Acciones Clase B, por parte de Javier Alvaredo, y no descartó una posible medida de fuerza.
Lo hizo mediante un escrito dirigido a los trabajadores de dicha entidad crediticia y a la comunidad en general, con fecha de hoy y bajo la firma de la Secretaría General seccionales, con Jorge Uriarte por Comodoro Rivadavia, Mariano Eylenstein Secretaría de Trelew y Walter Rey como Secretario de Organización y Capacitación Sindical del Secretariado Nacional de la entidad, en el cual manifiestan que:
“El pasado viernes 22 de mayo registramos un suceso desgraciado e inadmisible que por apego a la dignidad laboral de nuestros compañeros, conjunto al que representan legalmente así como también por respeto a las normas de la democracia y la civilizada convivencia, venimos a denunciar con el mayor de los énfasis:
En efecto, el nuevo presidente (vicepresidente primero a cargo de la presidencia del Banco del Chubut SA), señor Javier Alvaredo, en una actitud despreciable y poco responsable, ha proferido términos agraviantes en desmedro de nuestro Director Acciones Clase B, compañero Rubén Despo; trabajador conocido precisamente por su hombría de bien, su sensibilidad comunitaria y por ser un auténtico adalid de las causas sociales que invariablemente lo contaron cómo activo protagonista.
Este nuevo presidente del Banco se ha creído con el insano ‘derecho’ de ofender e Injuriar a nuestro compañero y a La Bancaria ante la presencia de numerosos funcionarios de línea del Banco, agraviándolo con epítetos intolerables referidos a su persona y a nuestra organización que bajo concepto alguno son propios de una autoridad que se precie al frente de una institución como es el Banco del Chubut representativa del acervo de nuestra Provincia y gestora de sus diversas políticas económicas y financieras. Es más, inadmisibles en alguien que pretenda respeto de los demás y se demuestra incapaz él mismo de brindarlo.
El compañero Rubén Despo cuenta ante este desgraciado trance y en mérito a su actuación y relevante personalidad, así como por su representación laboral con el irrestricto apoyo de todo el arco sindical bancario, tanto de nuestras seccionales de la conducción nacional de nuestro sindicato, resaltando en todo momento su buen nombre y honor y de nuestra organización.
Que quede claro que no vamos a permitir destratos como el perpetrado contra nuestro compañero, ni tampoco vamos a aceptar fementidas disculpas escudadas en títulos ni en supuestos méritos, ya que eso no da pie a la altanería ni a las bravuconadas de los que se piensan más de lo que en realidad son.
Los trabajadores del Banco del Chubut han brindado los mayores esfuerzos y lo seguirán haciendo por la grandeza y solidez de la institución. Son parte esencial de su patrimonio y sostén de su bonanza y no toleraremos agresiones, de ninguna naturaleza, en prejuicio de compañeros que como es el caso de Rubén Despo, solo tienen para escribir su contracción al interés general y su manifiesta defensa de los compañeros, que son la savia vital del banco.
De tal forma advirtiendo muy seriamente que nuestra postura es irrevocable, convocamos al estado de alerta y movilización de todos los trabajadores del Banco del Chubut, bajo apercibimiento de observar muy detenida y cuidadosamente el devenir de esta enojosa situación, más propia de un pendenciero de esquina que de un funcionario al que se distingue con la honrosa función de presidir nuestra institución, no descartando medidas de acción directa de observarse reiteraciones de dichas conductas y otras que ameriten implementar un plan de lucha.
Que nadie se equivoque al respecto: defenderemos con toda la fuerza sindical a los compañeros imperdonablemente agredidos por la soberbia de quiénes creen que un cargo circunstancial, los exime del respeto debido a los trabajadores y los degrada, desde el inicio mismo, de la mera eventualidad de su gestión. El diálogo deberá ser honesto y educado para resultar fructífero, ya que nadie podrá esconder su bajeza intelectual y moral agraviando y defendiendo inmotivadamente, bajo turbias y antidemocráticas excusas, sentimientos que solo traslucen su malsano desprecio por las fuerzas sindicales del trabajo.