El Presidente habló durante el Encuentro Federal de Concejalas e Intendentas de la Federación Argentina de Municipios (FAM). “Nadie va a doblegar nuestros deseos de seguir creciendo”, aseguró
Un día antes de la reunión que el ministro de Economía, Martín Guzmán, mantendrá con los diputados que integran la Comisión de Presupuesto y Hacienda para tratar el acuerdo que el Gobierno pretende firmar con el FMI para refinanciar un crédito de USD 45 mil millones, que fue tomado durante la gestión de Mauricio Macri,el presidente Alberto Fernández admitió que desprecia a ese organismo internacional.
Lo hizo al participar del Encuentro Federal de Concejalas e Intendentas de la Federación Argentina de Municipios (FAM), que se realizó este domingo en el Centro Cultural Kirchner (CCK) y que se enmarca en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el próximo 8 de marzo.
Mientras le aseguraba a las mujeres presentes en el auditorio que su Gobierno no recortará recursos a la educación, la ciencia y la tecnología; y tampoco quitará subsidios a los sectores más postergados de la sociedad para hacerle frente a los vencimientos de la deuda, el Jefe de Estado tuvo duras palabras hacia el FMI.
“Muchos creen que ahora que tenemos que enfrentar este acuerdo con el Fondo para nosotros es un condicionamiento y nos va a frenar en esto que planteamos”, introdujo Fernández antes de realizar su crítica.
Y continúo: “Quiero que sepan que yo negocié dos años para que eso no pase. Si hubiese seguido el consejo de los que me decían ‘esto se arregla en cinco minutos´ nada de esto podría estar diciendo”.
Mientras el público presente lo aplaudía de pie, el Presidente prometió que “la infraestructura va a seguir creciendo, la educación no va a caer, la inversión en ciencia y tecnología se va a mantener y que los cuidados que necesitan, los sectores más humildes, seguirán en pie”.
Entre los gritos y aplausos que recibía de las mujeres, Alberto se puso eufórico y sentenció: “Nadie va a doblegar nuestros deseos de seguir creciendo. Lo puedo hacer porque discutí durante dos años con ese mismo Fondo Monetario Internacional que yo desprecio tanto como todos”.
Durante el discuro ante un auditorio con predominantemente femenino, el Presidente no sólo se refirió al acuerdo con el FMI, sino que también ahondó sobre las cuestiones de género. ”Entendammos, de una vez por todas, que el mundo ha cambiado y la mujer es igual que el hombre; y que nadie debe ser discriminado en función de su género”, sostuvo el Presidente.
En ese contexto, añadió que le da “vergüenza” la cantidad de mujeres víctimas de violencia de género que hay en el país: ”Tenemos que entender que la mejor sociedad que podemos construir es la sociedad que amplía derechos”. Y así, lanzó: ”Qué me importa la sexualidad de la gente. Perdón por lo que voy a decir, pero he conocido muchos más canallas heterosexuales que canallas homosexuales”.
En otro tramo de su discurso hizo una fuerte defensa de la educación universitaria y de la educación pública.”Hay quienes creían que ‘caer en la educación pública era una desgracia’, yo que soy hijo de la educación pública y solo le doy gracias al Estado nacional que me educó”, dijo y anunció que en breve volverá a dar clases en la Universidad de Buenos Aires. ”El conocimiento vale mucho, las sociedades más ricas no son las que tienen petróleo o litio”, explicó y amplió: “Son las que han desarrollado la educación, el conocimiento, la ciencia y la tecnología”.
En materia de coronavirus, sostuvo: “Me acusaron de las peores cosas, que los estaba envenenando”, pero remarcó que “entre los países de más de 30 millones de habitantes, la Argentina es el país que más inmunidad logró vacunando a su gente”. ”Yo tenía una sola obsesión, que nadie que se enfermara careciera de la atención que necesitaba. Y eso lo cumplimos”, remarcó.
Junto al mandatario disertaron la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta; la diputada Victoria Tolosa Paz, una de las fundadoras del espacio; y María Higonet, coordinadora de la Red Federal de Concejalas de la Federación Argentina de Municipios (FAM), junto a seis representantes de la red de mujeres llegadas de La Rioja, Corrientes, Córdoba, San Juan, Buenos Aires y Río Negro.