El Gobierno presentó su programa financiero para 2019 y 2020. El equipo económico utilizó supuestos optimistas para elaborarlo. El dólar se calculó a 40 pesos promedio para este año y 44 pesos para el próximo. Se mencionó además que si en 2019 las Letes en moneda extranjera se renuevan el 70 por ciento el Tesoro no requerirá nuevos fondos para cumplir con los vencimientos en 2020. Esto equivaldría a asegurar el pago de los bonos el próximo año. El problema es que en meses de elecciones no es sencillo que el mercado vuelva a renovar letras de corto plazo. La tendencia de los inversores es a mantener liquidez y esperar que pase la incertidumbre política.
El optimismo de los funcionarios no se correspondió con la realidad en los últimos años. En 2018, Luis Caputo había dicho que no iba a ser necesario pedir más deuda en los mercados por los próximos años. El Gobierno terminó solicitando un crédito de urgencia al FMI con el objetivo de frenar la corrida cambiaria.
El informe financiero del Ministerio de Hacienda se diseñó con un objetivo claro: intentar calmar a los acreedores locales y extranjeros, que en los últimos meses realizaron una ola de ventas de activos argentinos. Esto llevó el riesgo país a picos de 837 puntos a finales del año pasado.
El equipo económico mostró la evolución del gasto público y de las principales variables monetarias en los últimos meses. Esta fue uno de sus caballitos de batalla. Reiteró que se cumplirá el déficit fiscal cero y que el programa contractivo de la base monetaria está dando buenos resultados para la estabilidad macroeconómica. El documento indicó que antes de marzo se presentará un cronograma con las ventas de divisas que hará el Tesoro en el mercado. Se apunta a dar certidumbre sobre el flujo de caja de divisas.
Los datos de vencimientos de deuda adelantan que este año el Gobierno desembolsará 9900 millones de dólares en intereses para el sector privado y las instituciones financieras, al tiempo que se pagará capital por otros 7500 millones de dólares para los inversores y 3600 millones para las instituciones financieras. Esto implica que el Tesoro deberá desembolsar en total unos 21.000 millones de dólares para cumplir con los vencimientos, a lo que debe sumarse 9700 millones por de Letes de corto plazo –según publica Página 12-.
El equipo económico calculó que logrará pagar estos montos con 22.5000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional, 1700 millones de financiamiento privado y 4600 millones de otros organismos internacionales (Banco Interamericano de Desarrollo, CAF y Banco Mundial). El programa asume entre las fuentes de financiamiento además unas renovación de 4500 millones de dólares de Letes.
Las necesidades financieras en moneda extranjera para 2020 ascienden a 25.900 millones de dólares. En los cálculos del Gobierno computan pagos de capital con el sector privado por 12.000 millones de dólares y pagos de intereses por 15.400 millones. El Bonar 2020 es uno de los que concentra parte importante de los vencimiento (2500 millones de dólares). El Bonar 2024 es otro de los títulos con desembolsos importantes porque se empieza a liquidar una porción del capital (1100 millones de dólares). En lo que refiere a pagos con entidades financieras la cifra se ubicó en 3000 millones, en tanto que se contemplaron pagos por 4500 millones en Letes.
Las fuentes de financiamiento estimadas para el próximo año incluyen de nuevo recursos del Fondo Monetario. Se calcula que ese organismo aporte unos 5900 millones de dólares, mientras que 16.100 millones de dólares se obtendrán a partir del financiamiento privado con el mercado interno. Se pretende renovar deuda por 10.500 millones de dólares y colocar otros 4700 millones en títulos. Se estimó además colocar unos 900 millones de dólares en Repo con los bancos. En cuanto a las Letes se busca la renovación de 4500 millones de dólares. Se trata de una cifra idéntica respecto de los vencimientos estimados para el próximo año. En la actualidad el stock de estas Letras se ubica en 9700 millones.