Otra goleada en contra: El ministro reconoció la caída del salario por la estampida inflacionaria pero no ofreció ninguna acción para repararlo. Es la peor baja desde 2002.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, reconoció ayer que este año finalizará con “una caída de los salarios reales”. El funcionario, quien asistió este fin de semana a una reunión del Fondo Monetario en la Isla de Bali, aseguró que, “en promedio, no ha sido un año de mejora del salario real”. Según consultoras privadas, este año la pérdida de poder adquisitivo se ubicará entre 6 y 16 por ciento. En el caso de trabajadores precarizados o del sector informal, la caída del salario real superará holgadamente el 17 por ciento. Se trata del peor deterioro del poder de compra desde la crisis de 2002. “Trabajamos claramente para que baje la inflación, que es lo que va a permitir recuperar un aumento de los salarios reales”, dijo Dujovne, acompañado por su par de Producción, Dante Sica, quienes oficiaron de voceros de la reunión de Gabinete de los martes.
El autor de frases célebres como “este año los salarios le van a ganar por goleada a la inflación” (2017) ahora anticipa que el partido ya está perdido. “No hay una proyección para los salarios reales dado que cada sector económico tiene su paritaria distinta. En promedio no ha sido un año de mejora del salario real como sí había sido 2017 y donde trabajamos claramente para que baje la inflación, que es lo que va a permitir recuperar un aumento de los salarios reales”, declaró el funcionario. Pese a que lo promueve como un año de recuperación, en 2017 la mejora promedio de los salarios por encima de la inflación representó una mejora de 3,6 por ciento, insuficiente para empardar la pérdida de 5,6 por ciento de 2016, según cifras de la consultora Invenómica. Esta consultora prevé para el 2018 un derrumbe del poder adquisitivo de 11 por ciento.
El funcionario rechazó que sea necesario renegociar las condiciones del préstamo con el FMI, en referencia a los dichos del referente del Frente Renovador Sergio Massa, quien indicó que el próximo Gobierno deberá encarar esa tarea (ver aparte). El ministro y ex comentarista mediático anticipó que el salario “se va a recomponer en los próximos meses a medida que vaya bajando la inflación”. Pero las estimaciones a futuro no son tan optimistas. “Sin reapertura generalizada de paritarias, el salario real podría caer en promedio más de 12 por ciento interanual en el segundo semestre”, se sumó la consultora Ecolatina. Incluso prevé que las malas condiciones para los asalariados continuarán el año próximo. En el mejor de lo escenarios de recuperación, Ecolatina pronostica que en 2019 “el salario real formal se ubicaría 9 por ciento por debajo de las elecciones de 2015”.
Para no perder la costumbre de patear los problemas hacia delante y culpar siempre a la herencia, Dujovne atribuyó los problemas al pasado. “Va a llevar tiempo sobre todo viniendo de tantos años de desmanejo macroeconómico pero no hay otro camino, pensamos que es este y por más que lleve mucho tiempo tenemos que evitar los obstáculos”, señaló Dujovne. Tampoco faltaron las metáforas climáticas: “Es como un barco que venía navegando por un río y, de repente, entró en una zona de rápidos donde navega muchísimo más rápido, hay rocas, uno se puede golpear contra las rocas”.
La aceleración inflacionaria de este año respondió a una devaluación del 50 por ciento de la moneda y al impacto en los precios internos de los alimentos y, a partir de modificaciones aplicadas por Cambiemos, dolarizada para el costo de la energía. Toda la apuesta oficial es contraer la base monetaria para derrumbar la actividad y así forzar a una baja en los precios. “Es una política monetaria muy sana, consistente y fácil de entender. Con la base monetaria que no crece por varios meses vamos a lograr bajar la volatilidad cambiaria”, afirmó Dujovne en posteriores declaraciones radiales.