La definición de Eduardo Duhalde llegó el jueves pasado, un par de horas después de que la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal ratificara el procesamiento de Mauricio Macri como presunto partícipe de una asociación ilícita: «Si la Unión Cívica Radical, con una interna bonaerense de apenas 80 mil votos, logró reposicionar al partido y ubicar a Ricardo Alfonsín como un candidato más competitivo que Julio Cobos, entonces el Peronismo Federal puede organizar su propia interna, sin Kirchner, y conseguir un aluvión de votos».
Duhalde hizo público su giro durante una charla con la juventud del Peronismo Federal en la sede de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) que conduce el jefe de las 62 Organizaciones Políticas, Gerónimo «Momo» Venegas. Fue la primera vez que el ex presidente se mostró dispuesto a convocar a una elección interna, simultánea y obligatoria, por fuera del PJ de Néstor Kirchner, tal cual dispone la nueva ley de partidos políticos.
Ese cambio de estrategia aplaca además la disidencia de Felipe Solá, quien venía reclamando en soledad la celebración de internas en el peronismo opositor. Pero tal vez el efecto más significativo, aunque imperceptible por ahora, sea dejar en pie la eventual candidatura presidencial de Carlos Reutemann, quien de esta forma tendrá tiempo hasta 2011 para definir su futuro político.
«Hay cuatro o cinco candidatos competitivos en nuestro espacio, no soy sólo yo, también están Reutemann, Das Neves, Rodríguez Saá, podemos movilizar al peronismo en todo el país a través de un frente y armar una interna con más de cuatro millones de votos», se entusiasmó Duhalde, quien, con descuido o intencionalidad política, no incluyó a Solá ni a Francisco de Narváez en el pelotón de precandidatos para la interna del Peronismo Federal.
La organización de una elección interna no sólo oxigena a Reutemann. Apunta, desde la óptica duhaldista, a intentar vaciarle el Partido Justicialista a Néstor Kirchner con el apoyo de caciques provinciales de todo el país, como Ramón Puerta en Misiones, Juan Carlos Romero en Salta, Reutemann en Santa Fe, los Rodríguez Saá en San Luis, y De Narváez-Solá en Buenos Aires, una fórmula que ya derrotó al ex presidente-diputado en las legislativas del año pasado.
En la sede porteña de la UATRE, Duhalde insistió en el efecto Alfonsín dentro de la UCR y exhortó a sus seguidores a comenzar a organizar la interna del segundo domingo de agosto del año próximo: «Nos podemos presentar como un Frente, no sé si podremos usar el nombre de Peronismo Federal, pero es importante que no seamos funcionales al kirchnerismo. En la interna va a haber un ganador, pero vamos con el compromiso de que el resto de los precandidatos a presidente va a formar parte del gabinete de Gobierno».
Hasta la semana pasada, Duhalde, el chubutense Mario Das Neves y el bonaerense De Narváez eran los principales defensores de desafiar a Kirchner participando de la interna del Partido Justicialista. Pero tras la confirmación del procesamiento de Macri, todo cambió. Ya no parece imprescindible marcarle los límites del peronismo al jefe del PRO invocando al partido del General. El pantano judicial que transita ahora Macri resolvió el dilema tanto para Duhalde como para Reutemann, y hasta para De Narváez.
Ahora el Peronismo Federal organiza una foto de unidad para principios de agosto. El entrerriano Jorge Busti ya ofreció la localidad de Paraná para exhibir a todos sus referentes en un acto multitudinario donde se anunciará la convocatoria a internas con todo el folclore peronista. Pero falta todavía pulir algunos detalles: De Narváez y José «Pepe» Scioli no están conformes con asociar al «otro» peronismo al barro y a la liturgia popular del peronismo.
Por: Rudman Ezequiel.
Fuente: http://www.ambito.com/noticias/imprimir.asp?id=532786