Reapareció la «fiebre verde» con fuerza este jueves por un combo de factores (entre los que predominan causas domésticas), y el dólar pasó en solo una jornada de 41,72 a 43,50 pesos, una suba de casi 2 (+4,3%), que vuelve a encender las alarmas en el equipo económico de la administración del presidente Mauricio Macri.
La divisa estadounidense aceleró su escala alcista frente al peso en el último tramo de la jornada, y marcó un nuevo máximo histórico nominal, superando por amplio margen el récord de septiembre pasado (41,94), días antes de que se implementara el nuevo esquema monetario acordado con el FMI, y previo a la asunción de Guido Sandleris al frente del BCRA.
La manifiesta suba del dólar en la plaza local estuvo en línea con el avance de la divisa en los mercados emergentes (como en Brasil y en Turquía), aunque en Argentina el incremento fue muy superior. «Siempre nos vamos a mover más que ellos», reconocen fuentes oficiales.
¿Por qué? En nuestro país asoman las vulnerabilidades económicas (alta inflación; déficit fiscal; actividad en franca recesión), pero también comienza a tomar fuerza la incertidumbre electoral.
Si bien el Banco Central buscó frenar la suba de la moneda de EEUU desde que inició el mes, mediante incrementos diarios en la tasa de Leliq, absorbiendo -incluso- mayor liquidez, por el momento su intento es en vano, mientras el riesgo país argentino escalaba casi 5% y se acercaba nuevamente a los 800 puntos.
«Absorbimos 8% de la base monetaria en dos días, o el equivalente de más de 2 billones de dólares, las tasas que son endógenas, subieron en respuesta a la mayor absorción», explicaron fuentes del BCRA.
Este jueves retiró 63.200 millones de pesos, el miércoles 40.500 millones, mientras que el viernes pasado había aspirado 33.300 millones. «Hay que darle cierto tiempo a la restricción de liquidez a que vaya estabilizando el mercado de pesos y dólares», reiteran en la autoridad monetaria.
Argentina «high beta»
Federico Furiase, director de Eco Go, resaltó a Ámbito que la disparada del dólar se dio por un “sell off global (ante una mayor aversión al riesgo), pero Argentina es´high beta´ (tiene mayor volatilidad respecto a sus pares) y además pasa factura el riesgo país», que se ubicaba en los 783 puntos.
“Fue fea la señal sobre el final, a pesar de la fuerte contracción monetaria por Leliqs, la suba de la tasa promedio se quedó corta, aumentó el spread con la tasa máxima y el tipo de cambio te aniquiló al final de la rueda”, consideró Furiase.
Por su parte, el economista Gustavo Ber indicó a este medio que “se está viendo una aceleración del proceso de dolarización, tanto por factores internos, como la incertidumbre electoral, y los malos datos económicos, y también por causas externas, dada la cautela y aversión al riesgo hacia emergentes».
Es que a la incertidumbre doméstica, se están sumando en las últimas ruedas ruidos externos que profundizan la aversión al riesgo y los desarmes de carteras (Wall Street lleva cuatro ruedas con pérdidas).
Para el analista financiero Christian Buteler este nuevo salto del dólar “es preocupante”, y es explicado por la “salida de fondos” de la Argentina. Pero, “no solo el dólar sube muchísimo más en Argentina que en la región (en Brasil trepaba 1%), sino que también está aumentando el riesgo país, y baja la mayoría de los ADRs”.
Ante este panorama, el BCRA “tiene que abortar este movimiento lo antes posible”, subraya Buteler. Explica que “hoy la principal herramienta que tiene, que es vender dólares”, pero está muy lejos de hacerlo, dado que la divisa opera dentro de la zona de no intervención, cuyas puntas se ubicaron hoy entre 38,79 pesos y los 50,199.
Pon ende, solo puede – de acuerdo a lo pactado con el FMI – intentar mantener el tipo de cambio “a fuerza de tasas y contracción de pesos”, pero este mecanismo, “no solamente es más difícil, y sino que además daña aún más una actividad económica ya muy golpeada”, advierte Buteler.