A una semana de que se celebren las elecciones primarias, el mercado tiene la vista puesta en “el día después” de las PASO y en cómo los resultados de las urnas marcarán el devenir de la economía durante los próximos meses. Como informó La Nación, en los últimos 30 días, el mercado cambiario se recalentó y los contratos de dólar futuro muestran la expectativa de un salto del tipo de cambio mayorista. Dos frentes que el Gobierno enfrentará hasta diciembre y que eventualmente podrían moderarse dependiendo de cómo se posicionen las diferentes fuerzas políticas.
“Las PASO realmente pueden marcar la agenda. Quedaron demasiadas cosas pendientes para después de las elecciones y su resolución puede depender mucho de los resultados. Por ejemplo, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Porque todavía no lo conocemos y tampoco está aprobado por el directorio; eso sucedería recién en la segunda quincena de agosto y de él dependen que lleguen los desembolsos [por US$7500 millones]. Entiendo que el board puede encarar totalmente diferente la reunión en función de si el oficialismo sigue o no competitivo después de las primarias. Al Fondo le importa y al mercado también”, señaló Gabriel Caamaño, socio gerente de la consultora económica Ledesma.
Según el mercado, el dólar oficial cotizaría a $316,75 para finales de agosto. Unos $37 más que hoy ($279,35), el equivalente a una devaluación del 13,4% en los próximos 27 días. Para Caamaño, que el acuerdo con el FMI haya quedado pendiente de aprobación después de las PASO incrementó la incertidumbre con respecto a lo que puede pasar con el mercado de cambios, ya sea por un endurecimiento del cepo o por más restricciones para las importaciones.
“El mercado lo toma como indicativo de que después de las elecciones podría haber cambios, ya sea un salto discreto, un nuevo desdoble, mayores impuestos sobre las importaciones o que se acelere el crawling peg [las microdevaluaciones diarias]. Las opciones son muchas. Pero el mercado se está cubriendo a la espera de que haya más novedades”, completó.
“Si el mercado cambiario se calma después de las PASO o no también va en línea con el resultado electoral y los desembolsos del Fondo. Si el Gobierno recibe los US$7500 millones a finales de agosto por parte del FMI, será un escenario muy diferente a que no aparezcan. Más allá de si el programa que se firma es realmente lo que el FMI busca o lo que la Argentina necesita, están financiando al Gobierno de a puchitos de cara a los próximos meses. Ahora, si esto no ocurre, ahí estamos hablando de un tipo de cambio a otros niveles”, apuntó Fernando Baer, economista de Quantum.