En medio del salto a $ 205 del blue, desde organismos oficiales apelan a las casas de Bolsa para frenar los dólares libres.
Mientras el dólar blue avanzaba $ 5,50 este miércoles, a un récord de $ 205, en algunas sociedades de Bolsa (denominadas Alycs en la jerga financiera) hubo un retroceso de algunas cotizaciones libres.
Es que cuanto los métodos formales -como la resolución del Banco Central que prohibió que los bancos compraran dólares hasta fin de mes- no logran controlar la divisa, aparecen los informales. Algunos son por las buenas, y otros por las malas.
El eje de las presiones en estos días fue el denominado dólar Senebi, que pactan de manera privada comprador y vendedor, en operaciones que no se hacen públicas ni se conoce el nivel de cotización.
Ese valor empezó a subir, a la par del contado con liqui libre (hay otro contado con liqui intervenido por el Central, mediante la venta de bonos). Entonces, fuentes oficiales empezaron a pedirles a las Alycs que tienen más movimiento en el Senebi que frenaran un poco las operaciones.
La solicitud llegó, cuentan en el mercado, de la mano de rondas rutinarias de control de la Comisión Nacional de Valores justamente sobre las operaciones que querían controlar. Una especie de «mensaje» que los operadores del mercado saben leer.
¿El resultado de los controles? El dólar Senebi, que llegó a estar $ 218, bajó $ 6, a $ 212.
Como no puede operar directamente sobre el blue, el Gobierno busca presionar el resto de las cotizaciones. Lo hace en el dólar MEP y el contado con liqui vendiendo bonos para bajar el precio y luego recomprándolos (en dólares). En esta operatoria está gastando cada vez más reservas.
Aunque las reservas brutas cerraron el miércoles a US$ 42.796 millones, las reservas netas, las que efectivamente puede usar el Central para intervenir en el mercado, son apenas US$ 3.000 millones.
Cada vez que hay elecciones, en la Argentina se recalienta el mercado cambiario. El blue en $ 205 superó el anterior récord nominal de esa cotización, cuando tocó los $ 195 en octubre de 2020.
La semana previa a las elecciones le suma presión al mercado cambiario, en un contexto de inflación en alza y con el dólar oficial cada vez más atrasado con respecto a la evolución de los precios. Ese atraso lleva a la percepción fuerte que tiene el mercado acerca de que después de los comicios habrá una corrección cambiaria.
Desde el Gobierno los funcionarios se empeñan en decir que esto no ocurrirá. Pero desde el sector privado coinciden en que la ecuación actual es muy difícil de sostener. En lo que va del año, la inflación ronda el 41% -el dato de octubre se conocerá este jueves-, mientras el dólar oficial apenas subió 18%.