El serbio, número 1 del mundo, venció en la final a Medvedev por 7-5, 6-2 y 6-2 y se quedó con su 9° título en el primer grande del año. Nole, ya les pisa los talones a Federer y Nadal…
Después de un 2020 complicado, en el que Novak Djokovic quedó en el ojo de la tormenta en varias oportunidades y fue apuntado más de una vez por sus compañeros por sus polémicos comportamientos y declaraciones en plena pandemia de coronavirus, el serbio dio vuelta la página y comenzó este 2021 bien arriba. Algo que prácticamente ya es un clásico para Nole, que viajó hasta Australia y una vez más no se vuelve con las manos vacías…
Luego de un inicio dubitativo, no en la cancha, pero sí desde lo físico, con una fuerte molestia abdominal, Novak Djokovic se fue haciendo cada vez más gigante en cada instancia del torneo y, con categoría fue superando uno a uno a sus rivales. Y la final no fue la excepción. Con un tenis de altísimo nivel, Djokovic no tuvo inconvenientes para superar a Daniil Medvedev por 7-5, 6-2 y 6-2 y se quedó con el primer Grand Slam del año. Pero atentos a los números: con esta consagración, el 1° del ranking ATP, sumó su 9° título en Australia y el 18° grande de su carrera. Es decir, que en esas tierras, en las que tan bien se siente, consiguió el 50% de sus coronas en Grand Slam. Por otro lado, además de quedarse con las copas en 2008, 2011, 2012, 2013, 2015, 2016, 2019, 2020 y 2021, y de festejar en cada una de las finales que disputó, Nole ganó 82 de los 90 partidos que disputó ahí. Categórico.
Pero además de ratificar que el Australia Open es uno de sus torneos preferidos, esta conquista también confirmó lo que ya hace tiempo se percibe: Nole está decido a pulverizar todos, o al menos gran parte, de esos récords de Roger Federer y Rafael Nadal que hasta hace un tiempo parecían imposibles de alcanzar. Uno de ellos, justamente, son los títulos de Grand Slam. Porque con las 18 conquistas en los Grandes, el serbio quedó a sólo dos de los 20 conseguidos por el suizo y el español y, a este paso, todavía tiene cuerda de sobra para alcanzarlos.
En la previa de la final, si bien Djokovic era claro favorito, enfrente tenía a un Medvedev que arrastraba una racha de 20 victorias al hilo en las últimas semanas. Sin embargo, ya desde el comienzo, con un ritmo vertiginoso, Nole dio un ejemplo de lo que se iba a ver a lo largo de toda la final. Cuando el público todavía se estaba acomodando en el Rod Laver Arena, el serbio ya se había puesto 3-0.
Pese al buen arranque del número 1° del mundo, el primer set fue el más atractivo de los tres, con grandes intercambios entre los dos y con muchos tiros jugados al revés. De hecho, Medvedev se puso 5-5 en el marcador, aunque el envión no le alcanzó para llevarse el set. Con el 7-5 de Nole, prácticamente se fueron todas las aspiraciones del ruso, que nuevamente dejó pasar una oportunidad de sumar su primer Grand Slam. La vez anterior había sido en el US Open ante Nadal.
Medvedev nunca pudo recuperarse luego de ceder el primer parcial y,
pese a contar con el apoyo del público, que intentó traerlo nuevamente a
partido con el apoyo constante, se vio ampliamente superado por Nole, que se llevó los parciales siguientes con un contundente doble 6-2.
«Cada año quiero más este torneo. Nuestra aventura de amor sigue. No ha sido nada fácil este año, porque mis dos últimas semanas fueron como una montaña rusa, pero he podido jugar y les estoy muy agradecido. Quiero agradecer particularmente a mi fisio (el argentino Ulises Badio) por todo lo que ha hecho», aseguró Nole ante los micrófonos, luego de levantar una vez más sa copa que tan bien le queda.