Turquía y Siria sufrieron un devastador terremoto de 7.8 en la escala de Richter que dejó más de 35 mil fallecidos hasta el momento.
Cuatro días antes de los temblores, una extraña nube se presentó en el cielo turco y la imagen fue recordada al momento de registrarse el terremoto.
La «misma» nube, o de similares características, fue vista en Comodoro el pasado 11 de febrero al amanecer, y la imagen recorrió el mundo a través de una cuenta de Twitter que cubre los hechos relacionados a los terremotos en todo el globo.
“Te presento el extraño fenómeno ocurrido en Argentina. La nube que se ve a continuación, es la misma que apareció en Turquía cuatro días antes del terremoto”, dice la publicación. En tanto, en el video se observa que se hacía mención a la presencia de un “OVNI camuflado” en el cielo comodorense.
Muchos usuarios relacionaban a la nube con la actividad sísmica y hasta esperaban que algo ocurriera en Comodoro, pero lo cierto es que no hay nada más lejano que eso.
De acuerdo con la Oficina Meteorológica de Gran Bretaña, a estas formaciones se les conoce como nubes “lenticulares” y se observan “cuando el aire es estable y los vientos soplan a través de colinas y montañas desde la misma dirección o similar a diferentes alturas a través de la troposfera”.
Mientras que las nubes adquieren esta forma por el viento y otros factores, “los terremotos se forman a partir del movimiento natural de la corteza terrestre”, por esto “los dos no están conectados, y uno no causa al otro”, aclara Mark Wysocki, profesor titular del departamento de Ciencias Atmosféricas y de la Tierra de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos.
En definitiva, no hay pruebas científicas que relacionen a las nubes con los terremotos, lo que se traduce en que la aparición del fenómeno en el cielo de Comodoro fue producido naturalmente y está desligado a la actividad sísmica.
EL ÚLTIMO TERREMOTO
No existe a ciencia cierta un lugar en mundo que haya estado libre de temblores en la existencia de la tierra como tal.
Por este simple motivo es que Comodoro tampoco estuvo libre de actividad sísmica, aunque los antecedentes se remontan a millones de años atrás, cuando nuestra región no era como la conocíamos.
Así lo comprobaron investigadores de la UNPSJB en 2010, dando cuenta de haber hallado evidencias sísmicas al norte de la ciudad, más exactamente en “La Escollera”.
Estos terremotos cuyos efectos se observaron en un acantilado en proximidades a Puerto Visser, habrían ocurrido hace 50 millones de años, con una intensidad de 5 a 5,5 de magnitud en la escala de Richter.
“Este tipo de sismicidad es menos frecuente y de menor intensidad respecto de los terremotos ocurridos en zonas de convergencia de placas tectónicas, como los que se desarrollan desde hace años en la zona del pacífico y en nuestra cordillera argentino-chilena”, detallaba el doctor en Geología Nicolás Foix al sitio InfoUniversidades.
El hallazgo se produjo cuando Foix desarrollaba su tesis doctoral sobre la evolución de la Cuenca del Golfo San Jorge hace 55-65 millones de años. Se trató de un descubrimiento histórico al tratarse de un área sin movimientos sísmicos actuales, aunque sí históricos.
En efecto, la actividad sísmica era más frecuente en la zona en la que hoy se emplaza Comodoro hace millones de años. No hubo registros recientes y al estar en un sector sin fallas activas, hace que la posibilidad de sufrir un terremoto sean realmente muy bajas.
