La primera ministra, Mette Frederiksen, explicó que unas 12 personas ya habían sido contagiadas, y que los animales podrían representar un riesgo para futuras vacunas contra el COVID-19
Dinamarca sacrificará alrededor de 15 millones de visiones criados en su territorio a causa de una mutación de COVID-19 que ya habría pasado a 12 personas, anunció el miércoles la primera ministra Mette Frederiksen.
La mutación “podría representar un riesgo de que futuras vacunas [contra el covid-19] no funcionen como lo previsto”, declaró Mette Frederiksen.
“Hay que sacrificar a todos los visones”, añadió, lo que representa entre 15 y 17 millones de animales, según las autoridades.
Esta mutación no agrava las complicaciones causadas por el coronavirus en el ser humano pero sí actúa sobre los anticuerpos, restándoles eficacia, lo que añade un problema al desarrollo de la vacuna de coronavirus, según las autoridades danesas.
“Seguir con la cría de estos visones supondría un riesgo muy elevado para la salud pública, tanto en Dinamarca como en el extranjero”, señaló el responsable de la Autoridad danesa de Control de Enfermedades Infecciosas (SSI), Kåre Mølbak.
Los doce casos de transmisión en humanos del virus mutado fueron detectados en el norte de Jutlandia, donde se concentran la mayoría de criaderos.
Dinamarca es el mayor exportador mundial de pieles de visón. El gobierno ya lanzó una primera campaña de sacrificio de visones este verano después de que se detectaran los primeros casos de coronavirus en criadores.
También se han sacrificado visones en Países Bajos y España después de encontrar infecciones.
El ministro de Salud de Dinamarca dijo que alrededor de la mitad de los 783 daneses infectados en el norte del reino, donde hay una gran cantidad de granjas de visones, se habían infectado con una cepa de virus proveniente de los criadores.
Los brotes en criaderos de visones han persistido en el país nórdico, el mayor productor mundial de pieles del mustélido, pese a los esfuerzos desde junio de sacrificar animales infectados.
En el mes de octubre, en efecto, las autoridades sanitarias ya habían sacrificado a dos millones y medio de visones, con el objetivo de contener los brotes.
La Administración Danesa de Veterinaria y Alimentos es la responsable de sacrificar a los ejemplares infectados, pero entonces se había ordenador que los criadores que poseen animales saludables en instalaciones ubicadas en un radio de 8 kilómetros de una granja infectada deben sacrificar ellos mismos a sus visones.
En ese momento, un criador de visones se había negado a permitirle el acceso a las autoridades a su granja para iniciar con el sacrificio, por lo que se tuvo que romper un candado. Además, las autoridades dispersaron a un puñado de manifestantes que protestaban afuera de dos granjas, por lo que es probable que la medida de hoy genere nuevas reacciones.
La pandemia de coronavirus podría “poner en riesgo a toda la profesión”, dijo en octubre Tage Pedersen, presidente de la Asociación de Criadores de Pieles de Dinamarca. “En estos momentos, todos los criadores tienen una gran incertidumbre y frustración por el ‘meteoro’ que nos ha caído en la cabeza”.