Desde 1994 la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Alzheimer establecieron el 21 de septiembre como Día Mundial del Alzheimer. En el año 1906 Alois Alzheimer, psiquiatra y neurólogo alemán, identificó por primera vez los síntomas de lo que luego se conocería como la enfermedad que hoy lleva su nombre.
“Es una enfermedad neurodegenerativa, progresiva, que afecta las funciones cognitivas, principalmente la memoria reciente. Esto se produce por el depósito en el cerebro de una proteína llamada amiloide y otra tau, entre otros cambios cerebrales”, define la doctora María Cecilia Fernández (M.N. 109.575), Jefa de Trastornos de Memoria y conducta del servicio de Neurología del Hospital Italiano de Buenos Aires.
La experta destaca que cada vez se logran diagnósticos más tempranos a través de las consultas precoces y con la ayuda de estudios específicos como son la evaluación cognitiva y las neuroimágenes. “Además, en algunos casos nos podemos ayudar de estudios más complejos llamados biomarcadores que en este momento tienen mucha relevancia porque hay grandes avances en investigación del tratamiento”, subraya.
Cuáles son las banderas rojas del Alzheimer
Hay síntomas que los llamamos “banderas rojas” y son aquellos que nos pueden preocupar, por ejemplo:
- Desorientarse en lugar conocido.
- Olvidarse de algo que se hizo recientemente.
- Tener problemas para nombrar objetos familiares.
- Cambios de personalidad.
- Dificultad para realizar tareas que antes eran cotidiana.
“Siempre decimos que esta es una enfermedad que afecta al individuo y a su grupo familiar, por lo tanto, el abordaje desde estar orientado en ambos niveles”, propone Fernández.
Sugerir e incentivar la actividad física, la actividad cognitiva, una dieta saludable y el contacto social es parte del tratamiento no farmacológico que es fundamental trasmitir.
“El manejo de síntomas anímicos, el uso de medicamentos para la memoria y la ayuda a familiares con grupos de apoyo, entre otras herramientas, son también muy útiles para transitar el curso esta progresiva enfermedad”, sugiere la especialista.
Cómo evitar el Alzheimer
El control de todos los factores de riesgo cardiovascular es fundamental como medida de prevención y además evitar el aislamiento social, tratar la diabetes, la hipoacusia y otros déficits sensoriales. Evitar el sedentarismo con actividad física es una de las medidas que más impacto tiene y tener una cognición activa.
“No existen tratamientos que curen la enfermedad, pero hace dos años se aprobó en EE.UU. el primer medicamento que ayuda a eliminar el amiloide del cerebro, pero con poca mejoría clínica. Este año se aprobó el segundo de este mismo tipo de medicamento con mejores resultados clínicos y en julio de 2023 en el Congreso mundial del Alzheimer presentaron un tercer medicamento de esta misma línea“, destaca la neuróloga y cierra: “Esto es un enorme avance en el tratamiento de esta enfermedad que hace más de 20 años que no contaba nada novedoso”.