Vencieron esta tarde los acuerdos de confidencialidad. La Argentina puso sobre la mesa la oferta de 50 dólares más el cupón atado a las exportaciones, que fue rechazada por algunos fondos como BlackRock, comenta Clarín.
Otra vez más, la Argentina volvería a plantear extender las negociaciones más allá de este viernes 19 de junio. Sería la quinta postergación formal ante la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) desde el 22 de abril que comenzaron los intercambios.
Es que las negociaciones de los últimos días, si bien implicaron alcanzar algunos puntos de encuentro con ciertos fondos de inversión que estarían de acuerdo con la oferta de Argentina, de un valor presente neto de 50 dólares más el cupón atado a las exportaciones, otros rechazan esa propuesta y se mantienen en la posición de arriba de los 55, según pudo saber Clarín de fuentes de la negociación.
Tanto desde los bonistas como fuentes cercanas al Gobierno confiaron que, como en el tramo inicial de los intercambios, el fondo más duro vuelve a ser BlackRock, señalaron. “Los abogados de este fondo tienen sus intereses”, aseguró un representante de los acreedores.
Los acuerdos de confidencialidad cayeron hoy, a las 18.30. Ya con el rechazo de algunos acreedores de sentarse a negociar guardando la confidencialidad, seguirán ahora con los intercambios ya sin este pacto.
Vencido ese acuerdo, el Ministerio de Economía difundió la propuesta que les hizo a los acreedores privados (de cinco títulos en dólares y cinco en euros, más el cupón atado a las exportaciones) y también las contrapropuestas que recibió de Ad Hoc y los Tenedores de Bonos de Canje, por un lado, y del Comité de Acreedores, por el otro.
Tras esta especificaciones, desde Ad Hoc mandaron un comunicado fijando postura. «A pesar de nuestros esfuerzos, las autoridades han optado por profundizar innecesariamente este período de deterioro económico al rechazar nuestra solución sostenible y sensata», aseguran.
La idea que transmitieron desde el Gobierno es que por decisión del presidente Alberto Fernández la última oferta que hará la Argentina es de los 50 dólares (más el cupón). «Hay una decisión de no moverse de ahí», indicaron.
En este marco, es poco probable que la enmienda a la oferta se presente ante la SEC antes del viernes.
La única oferta que se formalizó hasta ahora ante esta Comisión es la original, del 22 de abril. Luego de eso la Argentina difundió, de manera informal, otra, con un valor de unos 47 dólares. Sobre esa hizo algunas mejoras y llegó a los 50 dólares difundida hoy, que es el máximo avalado por el Fondo Monetario Internacional en un esquema de buscar devolver al país la categoría de deuda sostenible.
Del otro lado del mostrador, la última que habían dado a conocer los grupos de bonistas puso el valor en unos 61 dólares, calculan los analistas. Tras esa, esos mismos dos grupos hicieron otra con un valor más cercano a los 55 dólares.
Por lo tanto, la distancia entre la oferta argentina y la de los bonistas es aún considerable, consideran. En los pasillos oficiales calculan que cada punto de diferencia equivalen a unos US$ 1.400 millones adicionales.
En el Gobierno no descartan que haya movimientos en los próximos días ya que siguen con la negociación, pero ya sin confidencialidad. Pero creen que llegar a este viernes, plazo formal de cierre vigente hoy, no sería posible.
“Lo que ofrecen los acreedores tienen un costo insostenible para la Argentina. Algunos llegaron a un punto de encuentro pero otros amagan con acercarse pero luego no lo hacen”, agregó una fuente oficial. “El problema es que les cuesta mucho coordinarse. La pelota está del lado de ellos”, aseguró.
Algunos fondos menos duros, que están dentro del otro grupo (el Comité de Acreedores de la Argentina), ya estarían dispuestos a aceptar la oferta de los 50 dólares más el cupón atado a las exportaciones. Son conscientes del contexto que el coronavirus impuso y temen que sus portafolios, luego de un posible default de Argentina, se llene de papeles también de otros países que entrarían en una zona de dificultades con sus deudas por el impacto de la pandemia.
La Argentina busca reestructurar deuda bajo legislación extranjera por US$ 64.800 millones y escapar del noveno default de la historia del país. Una vez cerrado este capítulo, los pasos serían seguir con las obligaciones bajo legislación argentina y con la deuda con el FMI, por unos US$ 49.000 millones.