Ocurrió en Rosario, en otra sucursal de la misma cadena de supermercados. “Me tocás y te denuncio por violencia de género”, le había dicho a un guardia de seguridad la primera vez que fue descubierta.
Luego del papelón protagonizado por una mujer de 45 años en Rosarios, donde fue filmada por los guardias de seguridad de un supermercado de Rosario cuando intentó retirarse con 27 latas de atún ocultas debajo de su vestimenta, su rostro volvió a ser noticia por un hecho similar.
Tras su frustado robo, la mujer asistió este sábado al mediodía a otro local de la misma cadena de supermercados, ubicado en las calles Moreno y Pellegrini, para hacerse de otras 20 latas de atún sin pagar.
En esta ocasión, la que detectó la situación fue la cajera. Luego de dar aviso inmediato a la policía, la mujer fue requisada en la vía pública y comprobaron que había empleado el mismo modus operandi: llevaba la mercadería debajo de su ropa.
El hecho fue confirmado desde la Unidad Regional II a Rosario3y fue detenida. Advertidos por la viralización de video cuando fue pescada “in fraganti”, los efectivos determinaron que se trataba de la misma señora que horas antes se había presentado en el súper La Gallega, situado en la intersección de Mitre y Avenida Pellegrini.
En esa oportunidad, la obligaron a devolver las latas de atún y la mandaron a su casa. Pero ahora, con los antecedentes que arrastraba decideron tomar una medida más drástica y terminó tras las rejas. Es que en un mismo día, intentó robar en dos veces,
En el video se distingue cómo la mujer guardaba -al menos- 27 latas de atún en aceite La Campagnola. En el sitio web del comercio, cada una cuesta $216,30, lo que da una suma de más de $5.800 en latas de atún.
“¡Sacate el barbijo! ¡Sacate el barbijo! ¡Bajate el barbijo! Ladrona, mirá, mirá todo lo que larga”, se escucha como la increpa uno de los trabajadores del lugar mientras la mujer, de quien no se difundió la identidad, soltaba los productos.
“Te dejo las cosas si querés. ¿Qué querés que me ponga en bolas acá? Me desnudo. Ahí está, no vengo más a este lugar. No vengo más”, continuó la protagonista de un video que tiene miles de visualizaciones en Twitter.
Uno de los guardias de seguridad le exigió que vaciara otro bolsillo y dejara todo lo robado: “¡No, pero es lo compré! No ves que lo compré con la plata, preguntale. Lo compré con la plata, mirá acá tengo el ticket. Acá tengo el ticket. No tengo más nada, boludo. Tengo la plata, mirá. Tengo la plata. ¡No tengo más!”.
Previo a retirarse, uno de los empleados le exigió que se quitara el tapabocas para poder registrar su cara.
“No venís más, no venís más. Bajate el barbijo, bajate el barbijo”. La mujer contestó: “¡Qué bajate el barbijo, gordo asqueroso! Me tocás y te denuncio por violencia de género”. Le respondieron: “Y vos estás robando, mugrienta. Tomatela, tomatela”.
Hace pocos días, otro video viral tuvo como escenario un supermercado en la localidad bonaerense de Pilar. Allí un hombre expuso una violenta reacción luego de que el encargado del lugar le solicitara el uso del tapabocas para permanecer dentro del comercio. Ante el requerimiento, el cliente comenzó a insultarlo y se negó a colocarse el barbijo.
Discusión en un supermercado de Pilar por el uso del tapaboca
El video se difundió durante la jornada del martes y fue filmado por una cajera del supermercado ubicado en Paseo Champagnat, un reconocido centro comercial ubicado en el kilómetro 45,5 de la Panamericana.
“Me la re aguanto, me la re aguanto”, se escucha decir al cliente en la filmación. “Ponete el barbijo, por favor”, respondió el encargado. El agresor le preguntó al cajero que lo atendía: “¿Éste es el encargado? ¿Éste salame es tu encargado? ¿Éste pedazo de puto es tu encargado? ¿A quién te comiste, boludo? ¿A quién te comiste, tarado? ¿A quién te comiste? ¿Me vas a meter una piña porque no me puse el barbijo, cagón? Vení, ponémelo vos”.
“No rompás los huevos que tengo un día difícil, no me rompás las pelotas. No, las pelotas me pongo el barbijo. Que me lo ponga él a ver si se atreve”, continuó el cliente, quien elevó su tono de voz mientras terminaba de abonar sus compras. “Te tiene que cubrir el barbijo”, reiteró el encargado. A lo que el hombre respondió en tono desafiante: “Seguí cumpliendo tu función, no me rompás los huevos, hacé tu vida. Ponémelo, dale, poneme el barbijo”.
Fuente: Infobae