Son proveedores sin antecedentes, empleados ni movimientos bancarios. En algunas direcciones había casas de familias. Se inscribían en la AFIP el mismo día de la compra falsa. “La situación se aprovechó para lucrar”, dijo el fiscal Alex Williams. Muchas empresas regionales sólo prestaron facturas.
La Unidad Anticorrupción detectó empresas fantasma creadas para quedarse con parte de los 46 millones de pesos de la emergencia climática de Comodoro Rivadavia. Era dinero destinado por decreto para módulos alimentarios, colchones, frazadas, leña, pasto y agua. Como los proveedores que se hicieron figurar no existían, esa mercadería ni siquiera pudo haberse comprado, pese a las promesas para las familias azotadas por el temporal en el sur chubutense.
Según el fiscal Alex Williams, el dinero se habría repartido entre los responsables de los organismos del Gobierno provincial que trabajaron en esa emergencia. En otros casos los proveedores existieron pero prestaron facturas para el fraude. Una parte del desfalco fue a parar a sus bolsillos.
“La línea de los sobreprecios conduce seriamente a la sospecha de maniobras mediante las cuales se pedían facturaciones a algunos proveedores, sin respaldo de mercadería”, le dijo el fiscal al diario Jornada de Trelew. “Hay facturas que el Estado pagó y por las cuales sospechamos muy seriamente que no hubo contraprestación”.
Cuando los investigadores buscaron las firmas que presuntamente vendieron los elementos a los proveedores locales, “eran empresa fantasmas con domicilio inexistente”. Williams confirmó “la inexistencia absoluta de ningún tipo de registro, planilla ni rendición ni nada que se le parezca en los dos depósitos de Comodoro Rivadavia y Rawson”. Cuando junto con el fiscal Omar Rodríguez pidieron la constancia de recepción de los cargamentos, no hallaron nada.
“Cuando investigamos la documentación respaldatoria, el proveedor no existe o por ejemplo, empezó a prestar servicios declarados en la AFIP en la misma fecha que ellos le compraron”, reveló. Esas firmas no tenían antecedentes, empleados ni movimientos bancarios. “Es falso, se buscó una empresa que aporte una boleta. No tenían respaldo documental de ningún tipo”.
Williams confirmó que “hicimos el camino inverso de las facturas hacia atrás en el tiempo y que el material se haya entregado es inverosímil: mal puede haberse entregado si el proveedor al que ellos dicen que le compraron no existe”.
Pura cáscara
La Unidad revisó domicilios legales y fiscales. “Eran empresas vacías, una cáscara sin nada”. Algunas direcciones eran casas de familia. Y en los depósitos la respuesta era que “no hubo control y la situación era caótica. Los remitos los firmaba cualquiera y pierden fuerza de acreditación, o hay un garabato sin aclarar quién lo recibió, sólo para cumplir con las formas”.
“Todo refuerza la hipótesis de que la emergencia climática se aprovechó para lucrar por parte de la Coordinación de Gabinete, Unidad Gobernador y el Ministerio de Familia. Estas áreas están fuertemente involucradas en la adquisición falsa de bienes con proveedores que nunca tuvieron respaldo”. Recién se chequeó apenas una tercera parte de una primera tanda de compras sospechadas.
Otro ejemplo del fiscal es “comprarle a un negocio que no tiene depósito ni capacidad económica 1.500 colchones de la noche de la mañana. Si hoy alguien le compra uno, no tiene”.
-¿Hay proveedores que sí existen pero sólo prestaron factura?
-Los locales en gran parte hicieron eso. Tenemos alta sospecha de que prestaban factura, cobraban el dinero, porque fluía fuertemente, y el reparto era entre las personas que dirigían el organismo público y el comerciante que prestaba la factura. De esa manera hicieron fluir el dinero de la caja negra durante la emergencia.
Cruza con Correa
Hay datos de compras que se cruzan con la contabilidad de la recaudación que llevó Diego Correa. “Coincidentemente en la época de la emergencia hay referencias contables de ingresos y egresos”. Los fiscales corroboraron que los datos son verosímiles. En los expedientes originales de la emergencia hay referencias específicas de la planilla. En la semana se supo de mercadería que se compró pero no llegó. El nuevo dato es comprometedor para los investigados ya que se trata de material que ni siquiera se adquirió.
“Todos los datos que nos propusimos objetivar, los objetivamos. Quiere decir que la planilla contiene información real y cada vez pisamos más firme sobre esa línea de investigación”. Por ejemplo el pago del service de un auto por 7.092. “Fuimos a la agencia oficial, pedimos la facturación y encontramos que en la misma fecha que figura en la contabilidad de Correa, figura en la concesionaria ese service por ese precio, es una correspondencia absoluta”, dijo Williams.