Un trabajo arduo y de hormiga realizó la Brigada de Investigaciones para detectar de entre unos 38 vehículos posibles de la misma marca y fabricados entre los años 2007 al 2011, al rodado que a las 19:30 del miércoles 9 de mayo cuando circulaba por la avenida Ducós del paseo costero detrás del complejo habitacional Las Torres, atropellara al peatón Jorge Gaitán, de 78 años, quien voló varios metros por el aire para caer pesadamente sobre la cinta asfáltica pereciendo en forma instantánea.
Una indignada testigo señalaría horas después por redes sociales que momentos antes del accidente un automóvil gris oscuro o posiblemente negro marca Honda Civic la había pasado en una curva realizando una maniobra peligrosa. “Si sabía que minutos después ocasionaría este accidente grave le hubiese tomado la patente”, agregaba esta testigo.
Por otra parte, el propio Jefe de la Unidad Regional, comisario mayor Ricardo Cerdá, al solicitar posibles testigos que den con el conductor y el vehículo refirió a Diario Crónica que “estamos hablando de alguien que no es una persona de bien, desde el momento en que se dio a la fuga dejando a alguien tendido en el suelo. Suponemos que su círculo tampoco lo es, pero queremos pedirle a la gente si sabe de este vehículo, que debe tener una importante abolladura y la falta de un espejo. Que se nos informe, aunque sea anónimo”.
Lo encontró la Brigada en un domicilio de la zona Sur
Lo cierto es que más allá de la ausencia de testigos concretos, el trabajo de la Brigada de Investigaciones para dar con el vehículo tuvo sus frutos en las últimas horas. A partir del espejo retrovisor derecho y un pedazo de guardabarros que quedaron en el lugar del fatal accidente, los hombres y mujeres a cargo del comisario Andrés García y el subcomisario Pablo Lobos, pudieron sacar color, modelo y año de fabricación y seguidamente ir cotejando con unos 38 vehículos de similar marca que se encontraban en esta región central de la Patagonia, hasta dar con seguridad con el vehículo buscado.
Se informó del hecho al ministerio público fiscal y se solicitó la orden de secuestro que hasta últimas horas de la tarde de ayer aún no llegaba: el rodado en cuestión se encontraba semioculto por un cerrado cerco y portón, en un domicilio de un barrio de la zona sur: a simple vista le habrían intentado disimular algunos rastros como el cambio de espejos delanteros, y habrían detectado huellas visibles como prueba fundamental del accidente del miércoles 9 de mayo.
Había consigna policial en proximidades de dicho domicilio a la espera de la orden judicial: de su conductor, trascendió que es posible que no se encontrara en la zona, aunque eso aún restaba confirmar, pero estaría plenamente identificado ya que adquirió el vehículo hace muy pocas semanas, más precisamente en los primeros días de abril.