La Policía de Seguridad Aeroportuaria, a cargo de José Glinski, destacó a la oficial Daiana Rodríguez, quien el lunes 1 de junio, cuando estaba de franco, ofreció ayuda a una joven de 18 años que entró en crisis en una librería ubicada en el barrio Próspero Palazzo, tras haber experimentado una situación de abuso.
Mientras aguardaba su turno en la vereda debido al distanciamiento social que rige en el marco de la emergencia sanitaria, la oficial ayudante Daiana Rodríguez observó que dentro del local una chica miraba para atrás, inquietamente. Al principio pensó que estaba con un hombre, por la poca distancia que había entre ellos, pero a los pocos segundos se dio cuenta de que algo no estaba bien. Cuando ingresó para hablar con ella, el sujeto la chocó saliendo del lugar. De inmediato la chica contó que esa persona la había acosado. Mientras dos vendedoras contenían a la menor, la policía fue tras el hombre pero no pudo ubicarlo.
Rodríguez regresó a la librería y se identificó como agente de la PSA: “Ella estaba nerviosa y se culpaba por no haber gritado. Yo le expliqué que había vivido una situación de acoso, de abuso, que no se tenía que culpar y que no tuviera miedo ni vergüenza porque no estaba sola, que la íbamos a acompañar”. La oficial habló por teléfono con su madre y ofreció llevarla a la casa en su auto particular. Personalmente le narró todo lo vivido y recomendó hacer la denuncia, herramienta clave para que pueda intervenir la justicia.
“Desde nuestra formación como policías aeroportuarios sabemos que estamos para contribuir, ayudar y proteger al prójimo. Y en otras capacitaciones sobre trata de personas, la Ley Micaela y misiones de paz, vimos señales corporales y no corporales, detalles, que demuestran ciertas situaciones; y lo importante que es escuchar, visibilizar y acompañar”, dijo Rodríguez, oriunda de Lugano, Ciudad de Buenos Aires, quien hace un año cumple funciones en Comodoro Rivadavia.
“A veces estos hechos te paralizan, más si sos chica. Tenemos que gritar, pedir ir al baño, tratar de buscar ayuda de algún modo. Y entender que somos las víctimas; no sentirnos mal por lo que no pudimos hacer”, reflexionó la oficial ayudante de 27 años.
Al día siguiente Rodríguez fue citada por la Comisaría de la Mujer Nº 5 para una entrevista policial, en el marco de la causa judicial que se inició.
El sospechoso habría sido identificado como presunto pastor de una iglesia pentecostal.