Un hombre dedicado a la educación, que completó sus estudios en el colegio en el que luego sería docente durante décadas.
Jorge Forte egresó del Dean Funes en el 1987, pero su amor por la institución lo llevó a seguir frecuentando el colegio pero esta vez desde el otro lado del pupitre.
Volvió como docente y sembró los conocimientos en los estudiantes de decenas de camadas que lo tuvieron como profesor.
Siempre se lo pudo encontrar en el taller, que lo vio miles de días trabajando como alumno y como docente.
Forte, como lo conocen sus alumnos, se convirtió en un símbolo del Dean Funes a fuerza de trabajo y saberes transferidos a quienes colmaban las aulas del histórico colegio del Km3.
Llegando al final de su etapa como docente, las redes sociales se colmaron de mensajes de cariño y agradecimiento por parte de colegas, estudiantes y exestudiantes del colegio, como también su familia y conocidos que saben todo lo hecho por Jorge en su extensa trayectoria.
JORNADA EMOTIVA EN EL CDF
Visiblemente emocionado, Forte se despidió de profesores y alumnos en el taller en el que enseñó durante 35 años. “El taller fue mi vida, uno se enamora de estos fierros”, dijo también ante la presencia de su familia.
“Sé que el taller queda en buenas manos, sé que los maestros que quedan van a seguir con las mismas ganas, con el mismo empuje. Y eso tienen que hacer ustedes, cada grupo de chicos que está pasando tiene que disfrutar y aprender en este taller que está al servicio de ustedes”, añadió en su discurso.
Ya en el cierre, no tuvo más que palabras de agradecimiento “por todo lo que pasamos y lo que viví, agradecer a Dios y todo lo que pudimos interpretar del legado de Don Bosco. Hay que enseñar siempre desde el corazón y creo que es lo que hicimos”.
