Una nota elevada por el concejal Tomás Buffa había recibido como respuesta un escrito firmado por el secretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Maximiliano López, negando la presencia de una cloaca a cielo abierto a un costado de la avenida que une el barrio Divina Providencia con Saavedra. Sin embargo, el río de efluentes y el olor que despide delatan la existencia de una cloaca a cielo abierto en el sector, que es solo uno de los tantos problemas que padecen los vecinos.
Tras quedar totalmente destruido por el temporal del 2017, recién en marzo de este año fue reparado el tramo dañado de la avenida que conecta el barrio Divina Providencia y Saavedra del Kilómetro 3. A casi un mes de su inauguración de la que participó el intendente Juan Pablo Luque y una numerosa delegación, la delgada carpeta asfáltica ya presentaba daños.
Los baches que se formaron por el asfalto frágil fueron parchados luego de que los vecinos manifestaran su enojo y el caso se hiciera público.
Otro de los reclamos principales de quienes viven a orillas de la avenida Fray Luis Beltrán, es el paso de una cloaca a cielo abierto a metros de las viviendas.
La calle José Almirón se encuentra frente al río de efluentes y sus habitantes, más de 25 familias, sufren día a día del olor que despiden las aguas servidas.
Hugo Campagnoli, residente del sector desde el 2012, describió a El Comodorense que “cuando hay un poquito de viento los vecinos no podemos estar por el olor. Es infectocontagioso” y por este motivo ya “estamos cansados de protestar, hacer notas, y nadie se ha hecho eco”.
Hasta el momento, el único funcionario que se acercó al lugar fue el presidente del bloque de Juntos por el Cambio en el Concejo Deliberante, Tomás Buffa, en el marco del programa “Relevamos Comodoro”. Luego de escuchar a los vecinos, elevó un pedido de informe al Municipio sobre el estado de la zona recorrida.
Días después recibió como respuesta una nota firmada por el secretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Maximiliano López, donde negaba la existencia de líquidos cloacales a un costado de la avenida Fray Luís Beltrán. “No existen residuos cloacales corriendo por el costado del asfalto”, decía puntualmente el escrito.
Sin embargo, este medio pudo constatar queun simple recorrido basta para constatar que allí corre un río de efluentes que despide un olor nauseabundo y que se trata de una cloaca a cielo abierto.
Durante el acto de inauguración de la avenida reparada, los vecinos aprovecharon la presencia del intendente Juan Pablo Luque y gran parte de su gabinete para exigir el empalme de la cloaca que recorre el borde de la vía transitada, con una ubicada a solo 15 metros.
“El viceintendente Othar Macharashvili, el secretario de Obras Públicas, Maximiliano López y el secretario Coordinador de Gabinete Municipal, Gustavo Fita dijeron ‘mañana a la mañana empiezan la obra. Rompemos, te colocamos el caño, sacamos ese caño de ahí y lo hacemos’”, detalló Campagnoli sobre aquella ocasión y el pedido de empalmar las cloacas para evitar el desborde que data de hace años.
El vecino acusó que “hacen todo a medias. Arreglan, rompen, arreglan, y todo eso lo facturan”. Al mismo tiempo, sostuvo que “todos los vecinos vimos como rellenaron el agujero de la Fray Luis Beltrán con basura. Dentro del presupuesto que pasaron de la obra pusieron que se hizo compactación, pero el que vino a asfaltar solo pasó una máquina. Afirmó la tierra de arriba nomás, esto está hueco abajo”.
Asimismo, detalló que los encargados de la obra de la carpeta nueva asfáltica precisaron que “con 1 centímetro y medio más de asfalto, esto duraba dos años”. “No sé cuánto vale 1 centímetro y medio de asfalto más, pero no lo quisieron hacer”, definió.
La señalización que estaba colocada al costado del camino también fue quitada de su lugar por la empresa contratada para llevar a cabo la obra. “Dijeron que la iban a volver a poner y no lo hicieron”. En tanto, Hugo también dijo que “ellos –Municipalidad- prometieron poner cuatro badenes acá”, lo que hasta el momento no sucedió.
Como si esto no fuera suficiente para los residentes de la calle Almirón, paralela a la avenida Fray Luis Beltrán, sufren también del movimiento del suelo que ocasiona graves daños en las estructuras de las viviendas.
El movimiento es generado por el paso de transporte pesado, la cantidad de zanjas y pozos que realizaron en el sector, y la falta de estudios de suelo previo a realizar una obra, aseguró. “Estamos cansados porque las casas se están cayendo. No tenemos descanso, están continuamente máquinas trabajando que no hacen nada”, criticó además.
Es así que hasta el día de hoy siguen pidiendo soluciones, y por el momento, no llega ninguna respuesta concreta. “Con los vecinos intentamos juntarnos y habíamos tomado la decisión de que si no nos escuchan, esperamos hasta fin de mayo y si no vamos a cortar la ruta”, anticipó.