CÓRDOBA.- Una vez más el norte del Valle de Punilla se convirtió en el epicentro de los incendios que asolan a la provincia. Con una semana de mucho calor –hubo jornadas con temperaturas máximas por encima de los 35°C y el pronóstico sigue en esa línea– y con vientos de unos 60 kilómetros por hora, el foco que comenzó el jueves por la tarde se descontroló en la mañana de este viernes y se vivieron horas dramáticas en la zona de Dolores, un pueblo histórico, y de San Esteban, un remanso veraniego para el turismo.
Por el hecho, hay un hombre de 31 años que fue detenido en la zona de Capilla del Monte. En el momento de la aprehensión, estaba con un bidón intentando prender fuego unos pastizales.
La ruta nacional 38 sigue cortada desde la noche del jueves. Por las llamas, este viernes 55 personas debieron evacuarse. Se produjeron daños en propiedades y en dos antenas que fueron alcanzadas por el fuego. Esto genera un problema para las comunicaciones. Además, por la rotación del viento, los bomberos deben abandonar las zonas de combate para evitar riesgos.
Las poblaciones de Dolores y de San Esteban vivieron momentos de mucha angustia por el avance del fuego y por la presencia de humo, polvo, y cenizas. Un problema que se agravó por el registro de los vientos.
Las llamas alcanzaron alturas de más de diez metros y, en la zona de redes eléctricas se expandió el peligro por la posibilidad de explosión de generadores.
“Las viviendas están en serio riesgo. El viento dirige las llamas hacia ellas. Se están haciendo esfuerzos para desviarlas para que dejen de afectar en zonas de interfase”, explicó cerca del mediodía de este viernes Roberto Schreiner, vocero de Gestión de Riesgos de la provincia.
“Se quemaron casas, pero también se salvaron muchísimas. Hay algunas que están muy metidas en el monte. Es muy complicado tratar de apagarlas en esos lugares”, añadió. Unos 250 bomberos comenzaron la jornada en la lucha “cuerpo a cuerpo” contra las llamas y a lo largo de las horas se sumaron cien más. Esta tarea la hacen con el apoyo de aviones hidrantes, que pueden operar cuando lo permite el viento.
Schreiner sostuvo: “Hay muchos recursos puestos aquí, pero el problema es que hay una humedad relativa tan baja que hace que la propagación del fuego sea más rápida”. La humedad relativa era del 14% al mediodía del viernes.
La ruta nacional 38 sigue cortada desde la noche del jueves. Por las llamas, este viernes 55 personas debieron evacuarse. Se produjeron daños en propiedades y en dos antenas que fueron alcanzadas por el fuego. Esto genera un problema para las comunicaciones. Además, por la rotación del viento, los bomberos deben abandonar las zonas de combate para evitar riesgos.
Las poblaciones de Dolores y de San Esteban vivieron momentos de mucha angustia por el avance del fuego y por la presencia de humo, polvo, y cenizas. Un problema que se agravó por el registro de los vientos.
Las llamas alcanzaron alturas de más de diez metros y, en la zona de redes eléctricas se expandió el peligro por la posibilidad de explosión de generadores.
“Las viviendas están en serio riesgo. El viento dirige las llamas hacia ellas. Se están haciendo esfuerzos para desviarlas para que dejen de afectar en zonas de interfase”, explicó cerca del mediodía de este viernes Roberto Schreiner, vocero de Gestión de Riesgos de la provincia.
“Se quemaron casas, pero también se salvaron muchísimas. Hay algunas que están muy metidas en el monte. Es muy complicado tratar de apagarlas en esos lugares”, añadió. Unos 250 bomberos comenzaron la jornada en la lucha “cuerpo a cuerpo” contra las llamas y a lo largo de las horas se sumaron cien más. Esta tarea la hacen con el apoyo de aviones hidrantes, que pueden operar cuando lo permite el viento.
Schreiner sostuvo: “Hay muchos recursos puestos aquí, pero el problema es que hay una humedad relativa tan baja que hace que la propagación del fuego sea más rápida”. La humedad relativa era del 14% al mediodía del viernes.
El intendente de Capilla del Monte, Fabricio Díaz, calificó al incendio de “explosivo” por la velocidad del viento. Entre los evacuados están su esposa y sus dos hijos quienes viven en el barrio La Toma. Precisó que los aviones hidrantes “permitieron salvar 12 viviendas del fuego”, mientras que otras cuatro fueron alcanzadas por las llamas, según publicó LN.
Un patrullero fue destruido por el fuego, mientras que un policía sufrió heridas. Como parte de las estrategias del Plan Provincial de Manejo del Fuego, la provincia estableció el hospital móvil en Capilla del Monte para dar soporte y atención sanitaria en los operativos que combaten los incendios. Es la misma unidad que ya funcionó en el foco en el costado de la autopista Córdoba – Villa Carlos Paz y en el de La Calera.
Schreiner precisó que otros 150 bomberos trabajaban en otro foco importante en Chancaní, al norte de la provincia, donde hubo algunas viviendas evacuadas para evitar intoxicaciones por humo.
El Servicio Meteorológico Nacional anticipa condiciones adversas para los incendios, que agravan la alerta: temperaturas de entre 33°C y 35°C y fuertes vientos el sábado y 30°C el domingo. Hasta el 25 próximo, por lo menos, no hay lluvias previstas ni aumentos de la humedad ambiente.
En tanto, el gobernador de la provincia, Martín Llaryora, recorrió la zona de los incendios y expresó: “Hemos enviado recursos a cada uno de los municipios, y también declaramos zona de desastre para disponer recursos y hacer frente a las graves consecuencias generadas por el avance del fuego. He dispuesto que se habilite el Fondo Permanente para Atención de Situaciones de Desastre que elevamos a 5.000 millones de pesos, lo que permite en este caso poder asistir a las comunidades afectadas, a través de la ayuda enviada a los gobiernos locales”.
Además, agradeció con los bomberos que trabajan en el asunto y comunicó que el gobierno de Córdoba pedirá ser querellante en la causa que investiga el origen de los incendios. “Esto no se puede permitir, la mayoría no tiene que ver con hechos fortuitos, sino con descuidos o hechos dolosos”, sostuvo.