La ciudad santacruceña de Puerto Deseado aguarda con ansiedad la llegada, para fines de septiembre, de uno de sus atractivos únicos. El nuevo arribo de una colonia de pingüinos de penacho amarillo convertirá a la localidad en el único lugar de nuestro continente donde los turistas pueden acercarse a estos curiosos animales.
La Isla Pingüino, a 11 millas náuticas (poco más de 20 kilómetros) de navegación de Puerto Deseado, recibe todos los años entre septiembre y abril a una colonia de cerca de 30.000 aves que vienen a tener sus crías.
El pingüino de penacho amarillo – Eudyptes chrysocome- es el más pequeño de la familia, con un tamaño de 55 centímetros y un peso de tres kilos y medio. Su característica más reconocible es una ceja de plumas de color amarillo intenso, que coronan un par de ojos de profundo rojo. Se alimentan de krill, calamar, pulpos, pescados, moluscos, plancton y crustáceos.
Pese a su aspecto simpático, los animalitos son sumamente agresivos si perciben algún peligro para sus crías. Acostumbrados al ataque de depredadores, son capaces de emprenderla a picotazos con cualquier intruso, incluyendo a los turistas desprevenidos.
Estos simpáticos animalitos son una auténtica rareza. Los estudiosos estiman su población mundial en poco más de tres millones, y se han detectado tres grandes grupos: uno en Argentina y Chile, otro al sur de Nueva Zelanda y el tercero en el Océano Índico.
Por lo general, estas aves anidan en islotes, lo cual hace muy difícil divisarlas. En nuestro territorio, además de en Puerto Deseado, se las halla en las Malvinas y en las islas subantárticas (lugares inaccesibles para el público en general).
El dato curioso: los pingüinos de penacho amarillo se han popularizado en los últimos tiempos gracias a personajes de animación, como Amoroso en la película Happy Feet, o varios de los protagonistas del film Reyes de las Olas.