Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INdEC), la economía argentina se contrajo un 4,2% en el segundo trimestre de 2018 frente a mismo período de 2017, principalmente por efecto de la importante sequía que golpeó al sector agropecuario en el comienzo del año.
Los analistas preveían la retracción por los fuertes vaivenes cambiarios, que hicieron perder al peso la mitad de su valor este año, una alta inflación y por una importante sequía que golpeó al sector agropecuario en la primer parte del 2018.
El PBI desestacionalizado del segundo trimestre, con respecto al primer trimestre de 2018, arrojó una variación negativa del 4%. En el primer trimestre de 2018 el PIB había subido un 3,9%, igual porcentaje al cuarto trimestre de 2017.
El INdEC estimó que el PBI quebró un ciclo de 7 trimestres consecutivos de aumento respecto de los 3 meses precedentes, corregidos por estacionalidad, al contraerse 4%. El anterior ciclo «largo» de reactivación se observó entre el tercer trimestre de 2009 y el cuarto de 2011, cuando se impuso el cepo cambiario.
«La evolución macroeconómica del segundo trimestre de 2018 determinó, de acuerdo con las estimaciones provisorias, una variación en la oferta global, medida a precios de 2004, de una caída de 2,8% con respecto a igual período del año anterior», al atenuar la contracción del PBI el aumento de 2,7% en las importaciones de bienes y servicios reales.
Del lado de la demanda, los factores contractivos fueron las exportaciones 7,5%, por la menor oferta del agro; y el ajuste del consumo del sector público 2,1%. Por el contrario, se mantuvieron con signo positivo el consumo privado 0,3% y la formación bruta de capital fijo.