Eduardo Ormaechea, cocinero y residente en ese establecimiento educativo de zona sur, expresó que la situación es preocupante.
“Tenemos demasiados problemas edilicios. Vidrios rotos donde entra mucho frío y son un peligro para los chicos, sostuvo el empleado escolar.
Y agregó que “la calefacción no da abasto, hay muchísimos problemas que han venido a arreglar de a puchitos y no fueron supervisados cómo deberían”.
En otro sentido, aludió a un robo sufrido en su casa mientras estaba en el colegio: “me robaron mi vivienda porque yo trabajo todo el día y aprovecharon eso”, enfatizó.
Al aire por Radiocracia, Ormaechea señaló que “hacemos las notas que corresponde, se elevan, nos mandan a buscar presupuesto y nosotros lo presentamos y ni así lo vienen a cambiar”, en referencia a lo dañado.
Y también lamentó robos en la escuela: “nos robaron el portón hace seis meses. El cerco perimetral está roto así que vas a encontrar gente adentro todos los días”, aseguró.
“Acá vienen a jugar chicos, pero se filtra gente más grande que vienen a tomar, a drogarse, a joder. En el techo he encontrado cuchillos, alcohol, profilácticos usados”, relató.
Finalmente, Ormaechea manifestó que “hace tiempo vienen y solo anotan. Estamos cansados de siempre lo mismo y que no pase nada”, en relación a las carencias y solicitudes de la escuela, donde diariamente meriendan unos 500 chicos entre los dos turnos.