Dos ladrones ingresaron a una carnicería y amenazaron con armas a los empleados para reducirlos.
Una vez que los encerraron en la parte trasera del comercio, tuvieron vía libre para sustraer el dinero de la recaudación del día, pero antes de irse comenzaron a elegir cortes de carne para llevarse.
Fue así que agarraron un costillar y milanesas que guardaron en bolsas para luego darse a la fuga.
Ocurrió en la localidad de General Pacheco, en la provincia de Buenos Aires, y afortunadamente no hubo que lamentar heridos aunque si una importante pérdida económica para el negocio.