Delgado, el hombre que eligió Alberto para copiar el modelo Galuccio en Vicentín

El flamante interventor es un economista respetado en la agroindustria. Sus planes en la empresa, su carrera en el sector público, sus pasiones y su historia familiar. «Alberto es consciente que con la expropiación de…

martes 09/06/2020 - 21:29
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El flamante interventor es un economista respetado en la agroindustria. Sus planes en la empresa, su carrera en el sector público, sus pasiones y su historia familiar.

«Alberto es consciente que con la expropiación de Vicentín se juega una ficha más que importante que posiblemente termine marcando el futuro de su gestión». Así lo aseguró a La Política Online un funcionario de primera línea que habla todos los días con el Presidente.

La frase explica, quizá, el motivo de la elección de Gabriel Delgado como interventor de dicha empresa agroindustrial con sede central en Santa Fe. «La idea es imitar el modelo de gestión que ejecutó Miguel Galuccio en YPF», adelantó la fuente consultada.

Es que, en rigor, Delgado (45) es un hombre que genera confianza y respeto entre la mayor parte de los productores, empresarios, operadores y dirigentes del sector agropecuario que lo conocen desde hace varios años por su trayectoria en el INTA.

De hecho, la decisión de involucrar a YPF Agro en la intervención va en línea y fue destacada hasta por las propias autoridades de Vicentín. «Nos parece razonable; todos sabemos lo que representa esta firma en el sector», señaló la empresa en un comunicado.

La intervención de Delgado, prevista por 60 días, tendrá tres objetivos principales: pago de deudas a productores del interior; renegociación de pasivos con bancos y acreedores; paz social con los sindicatos del sector y estabilidad de los más de 4.000 empleados.

No fueron pocos los que en la conferencia de este lunes en la Casa Rosada preguntaron qué le pasa a Delgado. Los presentes lo vieron caminar con cierta dificultad producto de una reciente operación de hernia de disco que lo mantuvo varios días inactivo.

Formado académicamente en Francia (donde se doctoró), Delgado es productor, oriundo de la localidad bonaerense de Coronel Suárez, especialista en finanzas y economía agraria y se autodefine como un «apasionado de las políticas públicas para el campo».

El flamante interventor de Vicentín viene del ámbito rural y mamó el campo en su familia. Es hijo de un productor y de una maestra rural y hermano del fiscal federal, Federico Delgado, con quien comparte sus pasiones por Boca y por tocar el piano.

En su paso por la gestión pública se destaca su labor como secretario de Agricultura entre 2013 y 2015 durante la gestión del ex ministro Carlos Casamiquela cuando, ya de manera tardía, intentó acercar a la Mesa de Enlace con el gobierno de aquel entonces.

En 2015 Aníbal Fernández pensó en Delgado como un articulador del crédito para el agro. Delgado iba a ser presidente del Banco Provincia (BAPRO) si el Peronismo ganaba las elecciones que, finalmente, terminó perdiendo con María Eugenia Vidal.

En diciembre pasado Delgado era número puesto para ser ministro de Agricultura. Alberto lo quería en el cargo. Pero a último momento se selló un acuerdo político con el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, y se terminó designando a Luis Basterra.

Para compensarlo se le ofreció a Delgado volver a ser secretario de Agricultura. Su respuesta fue que prefería acompañar desde afuera, aunque se lo otorgó la posibilidad de administrar una Agencia de Inversiones que, producto de la pandemia, nunca arrancó.

De todas maneras, esta función le sirvió a Delgado para fortalecer los vínculos que formó en los últimos años con diversos representantes del sector público y privado a través de reuniones y encuentros que mantuvo en sus oficinas de la Avenida Belgrano.

«Delgado es un especialista en cerrar grietas. No cree en la confrontación como estilo. Está convencido que, mediante una buena gestión profesional, es posible sacar adelante a la empresa y convertirla en una firma testigo del sector», dicen cerca del economista.

Como sea, está claro que Delgado no tendrá una tarea sencilla. La deuda de Vicentín ronda los u$s 1.350 millones, con el Banco Nación (unos $ 18.370 millones) y alrededor de 2.200 productores agropecuarios como principales acreedores de la empresa.

Entre las principales empresas agroexportadoras de la Argentina se encuentran Cargill, Cofco y Bunge (estas tres firmas representan un 40% del total de los envíos). Más atrás vienen Drayfus, Aceitera General Deheza, Vicentín, ACA y AFA.

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