Comparando los años donde Argentina fue campeón del mundo con el actual, en ambas situaciones aparecieron jugadores que a lo mejor no hubieran sido trascendentales, pero al contar con minutos de juego, aprovecharon su potencial al máximo y terminaron no solo sorprendiendo, sino metiéndose en el equipo titular.
A poco tiempo del Mundial ‘78, Jorge Carrascosa era el lateral por izquierda de la selección, y el capitán del equipo de César Luis Menotti aun con Daniel Passarella en cancha. En el arco estaban Hugo Gatti o Baley porque el ‘Pato’ Fillol ya no pertenecía al periodo iniciado en el 75. Tarantini la rompía por el lado derecho, y Jorge Olguín era el dos. En los 22 partidos previos al debut mundialista contra Hungría, Mario Kempes no era convocado. En los primeros cuatro duelos, Daniel Valencia fue el Nº 10 y a partir del clásico con Brasil, Menotti retrocedió a Kempes para hacerle lugar en ataque al tridente Bertoni/Luque/Ortiz.
La tarde de la tensa clasificación a la Copa del Mundo de México ‘86, el 2 a 2 con Perú y la avivada del ‘Kaiser’, fueron titulares Fillol, Trossero, Julián Camino, Juan Barbas y entró Ricardo Gareca para los minutos finales. Ninguno se alojaría en la concentración del DF. El ‘Tata’ Brown iba de complemento e hizo olvidar a Passarella. Batista tenía nada más cinco partidos el día de su debut contra Corea del Sur, porque el ‘5’ del ciclo había sido mayormente Miguel Ángel Russo. El ‘Negro’ Enrique debutó en la selección el 30 de abril de 1986, en una derrota contra Noruega, a sólo 33 días de la Copa.
Olarticoechea arribó como suplente de Batista y el ‘Vasco’ lo sustituyó en los cuatro primeros duelos para fastidio del ‘Checho’ con Carlos Bilardo, hasta que ante los ingleses la selección cambió definitivamente su fisonomía: adiós al 4-4-2 y aparecieron los carrileros, el líbero y los stoppers y el 5-3-2 que Bilardo se jactaría de haber ideado. En el amistoso previo al desembarco en México, Bilardo había apostado por Almirón de 9 y le devolvió esa confianza con tres goles, pero en la Copa comenzó con Pedro Pasculli, luego le abrió la puerta a Claudio Borghi y terminó por jugar sin una presencia de área, con Valdano, Burruchaga y Maradona ‘llegando’.
¿Por qué esta pequeña muestra de archivos desclasificados? Porque hasta en las conquistas más valiosas el destino se reserva trazos insospechados. Porque del ‘78 al ‘86, hasta el plan maestro tiene héroes accidentales. Giros imprevisibles, nombres que no estaban en ninguna carpeta. Futbolistas secundarios que de repente son llamados por la providencia. Y acuden puntuales a la cita, porque ese es su mérito enorme: no defraudar ante la oportunidad que nadie intuía.
Según lo escrito por el periodista del diario La Nación, Cristian Grosso, Alexis Mac Allister tenía lista su convocatoria por Scaloni por su buen desempeño en el Brighton inglés. Fue el reemplazo tras conocer la lesión de Giovani Lo Celso en los últimos días que derivó finalmente en su operación tras muchas horas de tristeza. El puesto quedó vacío al ver que Alejandro Gómez tuvo un mal debut frente a Arabia Saudita y ahí fue que el volante ex Boca aprovechó a quedarse con el lugar.
Después, los imponderables, la fortuna o vaya a saber qué se ocupan del resto. Nunca se había disputado un Mundial en noviembre/diciembre, siempre su fecha en el almanaque fue junio/julio. Entonces… si no se hubiera trasladado cinco meses por el sofocante verano qatarí, ¿Enzo Fernández hubiese siquiera participado de la Copa? Nadie lo sabe, pero los datos están ahí: recién iba a debutar en la selección el 23 de septiembre de 2022 contra Honduras, y la consideración de Scaloni por la Liga argentina está muy clara: de 26 casilleros, apenas rellenó uno con Franco Armani.
Estaba en el radar el cuerpo técnico albiceleste, claro, pero su transferencia a Benfica –debutó el 9 de agosto de este año en el club portugués– y su natural adaptación al ritmo europeo, especialmente constatado en los juegos de la Champions League, aceleraron su elección. Si el Mundial empezaba en junio, como siempre, Enzo Fernández estaba en River…
¿Y Julián Álvarez? La fecha también lo ayudó, porque su fantástica irrupción en el City lo graduó rápidamente en la vidriera internacional. De todos modos, Julián ya era un alumno aventajado del ciclo, desde que el cuerpo técnico se convenció de su jerarquía y montó un operativo extraño para llevarlo a la Copa América 2021. Claro, porque el delantero no había sido incluido en la nómina preliminar de 50 futbolistas, y la única manera de que pudiera disputar el torneo en Brasil era ingresando en lugar de un futbolista lesionado.
Entonces se lo anotó a Lucas Alario, que de ninguna manera podía participar porque el mundo sabía que sufría un problema en el tendón del muslo derecho… y se concretó el reemplazo. Las vueltas del fútbol, la mejor indefinición para explicarlo. Un guión en permanente redacción.