El Gobierno nacional negocia con el FMI flexibilizar la meta del déficit hasta un 0,4%, abandonando la promesa del ‘déficit cero’ pactada con el Fondo. Ese porcentaje, apenas arriba del cero, estaría conformado casi exclusivamente por gasto social. Con lo cual el objetivo es claro: inyectar pesos y reactivar el consumo en plena campaña electoral. La estrategia va de la mano del plan del Gobierno de asegurarse los US$ 30.000 millones del FMI pactados el año pasado y así evitar zozobras en la economía. Todo ocurre en el marco del aumento en asignaciones y jubilaciones que se conoció hoy y que recaerían en marzo y junio, antes de las PASO previstas para el 11 de agosto a nivel nacional.
Este miércoles se conocieron los aumentos que tendrán jubilados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) en marzo y junio próximo: será 11,83% y 10,8% respectivamente. El porcentaje total superaría a la inflación prevista para el primer semestre del año, pero apenas se recuperaría algo del poder adquisitivo perdido en 2018. En el Gobierno nacional son conscientes de que deben recuperar al sector de la tercera y los beneficiarios de planes sociales para las elecciones.
Ayer se explicó que el desembolso que hará el Fondo Monetario Internacional (FMI) en marzo por US$ 11.000 millones irá principalmente a evitar que el dólar despierte de su calma actual.
El siguiente paso de la Administración Macri, tras recibir el giro del Fondo el mes que viene, es asegurarse que el organismo internacional desembolsará los recursos restantes ya pactados para este año y que sumarían unos US$ 30.000 millones, con lo cual le daría previsibilidad a la economía durante la campaña electoral.
Por último, el tercer objetivo del plan de Cambiemos para estos comicios es reconquistar a los jubilados y beneficiarios de planes sociales mediante la reactivación del consumo. Una parte lo hará la suba de marzo y junio de los haberes, que gatilla la ley de movilidad que el Gobierno modificó por ley en diciembre de 2017 y que generó una fuerte crisis política en el oficialismo. Pero eso no alcanza, por eso la Administración Macri negocia con el FMI flexibilizar la meta del ‘déficit cero’ y que el organismo avale un rojo del 0,4% que iría directamente a gasto social, inyectando recursos para reanimar el consumo en plena campaña.
Claro que, en el medio, esta es una forma de reconocer que Cambiemos estuvo perjudicando a los jubilados. De hecho en 2018 los aumentos quedaron muy atrás con respecto a la inflación que superó el 47% y ni siquiera con las subas de este año recuperarán el poder adquisitivo perdido el anterior.
Según da cuenta hoy el diario Ámbito Financiero, el déficit del 0,4% será un tema para el segundo semestre del año entre el Gobierno y el FMI. Aunque ya empezó a anticiparse con la misión del Fondo que está en nuestro país y que comanda el italiano Roberto Cardarelli.
Es en ese marco de flexibilizar la meta del déficit que se verán Cardarelli y la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley; quien le explicará al hombre del FMI la distribución de planes sociales y los montos que se piensan utilizar durante este año (electoral).
Según Ámbito, “si para fin de año el Gobierno muestra una distorsión de no más del 0,4% en el déficit fiscal, y si ese porcentaje contiene los planes de ayuda social, confían tanto en el macrismo como en la cúpula amiga del FMI que se podrá negociar un waiver y que el país continuará con la vigencia de su stand by durante 2020, año donde, además, no habrá nuevos desembolsos del FMI y el país debería someterse a cumplir lo firmado en septiembre del año pasado”.