El paso por la ciudad de Mauricio Macri constituyó una auténtica decepción para los habitantes de la alicaída “capital del petróleo”. El Presidente tuvo un paso fugaz, casi como un agente encubierto, evitó formular anuncios para reparar las consecuencias del brutal temporal que asoló a la ciudad y se abstuvo de comprometer inversiones productivas.
Según publica El Extremo Sur, escasos recuerdos dejará el sobrevuelo del presidente Macri por Comodoro. No tuvo contacto con los vecinos de una ciudad afectada por el temporal, aunque hay que reconocer su coherencia, ya tampoco lo hizo en persona cuando el barro invadía las calles comodorenses. En aquellos momentos de angustia local se había limitado a enviar un mensaje por Tweeter.
Desde la altura de sus sobrevuelos en helicóptero, que lo alejan cada vez más de los perjudicados por sus políticas económicas y las “tormentas” que sacuden la vida cotidiana, el primer mandatario desarrolló una agenda marcada por la fugacidad y el vacío de contenido.
Voló hacia el nuevo parque eólico de YPF y luego hasta el Liceo Militar, un lugar amigable para aterrizar. Finalmente visitó a un sonriente panadero feliz, a quien le dejó algunas enseñanzas que deberían convertirse en aprendizaje sobre sus políticas de Estado.
El paso de Macri por Comodoro fue algo así como un “timbreo” de larga distancia, programado y sin novedades; una nueva versión de la estética política en la que las cosas parecen ser de una manera pero jamás trasmutan a acciones que mejoren la calidad de vida de los gobernados. Todo armadito, prolijito, sin sobresaltos y sin anuncios para la decaída capital nacional del petróleo.
Para Vaca Muerta todo, para Comodoro el viento
Desembarcado en el Parque Eólico de YPF en el yacimiento petrolero de Manantiales Behr, Macri lanzó a los cuatro vientos –que por cierto le hicieron sentir el rigor patagónico ante la ausencia programada de gente que pudiera cuestionarlo de alguna manera- y ante los periodistas locales atrapados por un “corralito” que permite mirar pero no preguntar que “para Chubut es un buen día”. Aventuró didácticamente que “vemos cómo transformamos la fuerza de la naturaleza en energía. Por eso quiero felicitar a YPF, porque con esta energía limpia contribuye al país sustentable”.
Macri enfatizó que “Esta energía limpia contribuye al modelo de país sustentable, en el que estamos trabajando en conjunto. Esta energía permitirá abastecer a 130 mil personas. Esto significa escuelas, hospitales, fábricas y transportes. Todo esto se genera a partir de la energía renovable que nos demuestra que es una gran oportunidad”.
Un poco más sincero, puso el acento en Vaca Muerta y aseveró que “va a transformar a Argentina en una potencia energética mundial”, política que se traduce en el accionar inversor de YPF que apunta esencialmente hacia Neuquén y coloca en segundo plano los yacimientos convencionales chubutenses, aunque peor aún la están pasando los del norte de Santa Cruz.