El comodorense Manuel Carrizo entrena en la entidad mutualista del Sindicato que conduce Jorge ‘Loma’ Ávila, e iniciará su camino en el campo rentado en el festival de esta noche en Comodoro Rivadavia. Lo apodan ‘El Demoledor’ y dice estar preparado física y mentalmente para lo que viene.
Carrizo, quien disputó un total de 46 peleas en el amateurismo, tuvo la posibilidad de estar en la selección de boxeo provincial y viajó a varios puntos del país de la mano de su actividad deportiva. Su primer entrenador fue Robinson Zamora y luego siguió como pupilo del ya fallecido cubano Juan Fernández González. Actualmente está a las órdenes de Iván Díaz, de esa misma nacionalidad y familiar del mencionado profesor de boxeo.
“Estuvimos entrenando y haciendo buenas peleas en el ámbito amateur. Tengo 14 nocauts a favor, varias ganadas por puntos y cinco perdidas. Ahora estamos firmes esperando este debut después de tantos años que vengo haciendo y amando este deporte, para que se dé lo que estábamos buscando”, se autodescribió.
Y agregó que “esta decisión la teníamos tomada desde hace tiempo, pero estábamos esperando el momento y el estado necesario para realizarla ya que hacerse profesional es realmente un trabajo, donde uno sube al ring a plasmar lo aprendido. Esto es de alguna manera de cumplir un sueño, algo que se me dio”, dijo Carrizo, quien tiene como promotor a Martín Décima.
Para él, subir al ring como amateur ya prácticamente era hacer un guanteo: ya no habían rivales disponibles por su edad (24 años) y la cantidad de peleas, como para encontrar condiciones de equivalencia, por lo que se debía buscar rivales de afuera, lo que se complica un poco más
Manuel milita en de categoría Mediano, en la que hay mucha competencia: “Iba a debutar en una categoría un poco más alta, pero estoy más cómodo en este peso”, admitió este admirador de Sergio ‘Maravilla’ Martínez, en el que ve “mucha técnica, muchas cualidades”.
Un poco de su pasado
“Arranqué a los 13 años, solamente con la idea de la defensa personal porque salía de la escuela y por ahí tenía un problema por acá o por allá; entonces empecé con Robinson y a los 16 hice mi primera pelea, donde competí en los torneos Evita, hice tres peleas y las gané todas por nocaut, saliendo campeón provincial”, recordó.
Carrizo indicó que se tenía fe, pero nunca pensó que le iba a terminar gustando tanto como finalmente sucedió. A los 18 años se fue al club La Fábrica con Juan Fernández, completando casi 35 peleas, viajando a Buenos Aires, Salta y muchos lugares más, “He ganado muchas peleas con él como entrenador, en la técnica los cubanos son los mejores”, dijo agradecido.
“Después de que falleció Juan nos caímos un poco junto con varios de mis compañeros por esa pérdida, se aislaron ellos y yo un poco también, porque seguí entrenándome pero no al nivel de antes. Ahí fue que pudimos gracias a que Martín (Décima) y la gente que está en la Comisión pudieron contratar a otro entrenador cubano, al que hemos conocido gracias a Juan y es familiar de él.
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“Mi rival es Víctor Alejandro Loto, que es de Buenos Aires. Él ya tiene tres peleas profesionales, está bastante bien, con dos ganadas y una perdida, por lo cual tiene algo más de experiencia entonces estamos trabajando sobre los errores que él pueda tener”, adelantó sobre el combate de este viernes.
Ahora, Manuel está entrenando en el gimnasio de la Mutual de Petroleros, que es donde actualmente trabaja en la parte física, la musculación y también aeróbico, de lo que indicó que “es un complemento más que estoy haciendo en el entrenamiento, además de hacer boxeo en técnica con el profesor”.
“La gente de la Mutual me da una mano. Ellos son sponsor por parte de Marcos Vásquez y son los que me siguen y dan el empuje para seguir, con la posibilidad de tener un poquito más de chances”, sostuvo.
Finalmente, y de cara al combate de estreno profesional que se le viene, enfatizó que se considera “un boxeador bastante aguerrido, y creo que mi apodo lo dice todo: estoy para subir a intentar demoler a mi rival”. Cómo lo hacía ‘Maravilla’, salvando las distancias y con otro estilo, obviamente.
