El riesgo país alcanzó los 754 puntos. Dudas por el devenir político y el desequilibrio económico. Ayer siguió la escalada, la sobretasa que debe pagar el país por el crédito externo en función de la desconfianza en la capacidad de repago de la deuda. La suba ha sido constante desde el inicio de diciembre.
El riesgo país no da respiro en la city porteña. Se ubicó ayer en 754 puntos básicos, con un aumento de 2 unidades. Los bonos de largo plazo marcaron una fuerte disminución. Las pérdidas fueron de más del 2 por ciento. La caída de los precios de los títulos soberanos no estuvo replicada en el resto de la región. El riesgo país de Brasil no se movió y cerró en 274. Lo mismo ocurrió con el de Uruguay, que quedó en 201 puntos, y el de Perú, que se ubicó en 141 unidades. La Argentina ya paga una tasa entre tres y cuatro veces mayor respecto del resto de las economías de Latinoamérica.
El equipo económico no consigue hace meses bajar el riesgo país. La tendencia de los inversores es a desprenderse de los activos argentinos. En el Gobierno plantean que el problema es la incertidumbre de las elecciones presidenciales. “El mercado nos tiene más confianza que al resto de los candidatos. Por eso el diferencial de rendimientos que se observa en los bonos 2019 y los que vencen a partir de 2020”, dijo el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. La frase fue desafortunada. Los operadores del mercado no concuerdan. Los problemas del país no son sólo políticos sino que las variables macroeconómicas muestran falta de equilibrio. La Argentina desde abril que registra un riesgo mucho mayor respecto de la región.
Los analistas bursátiles dejaron de sorprenderse con los saltos del riesgo país. La respuesta que ofrecen a este diario es sencilla pero contundente. “¿Quién puede pensar que un inversor del exterior va a confiar en un país que tiene más inflación en un mes que todos sus vecinos juntos? Haga la comparación. Sorprende.” El dato es alarmante. En octubre el Indec registró un incremento de precios de 5,4 por ciento. En Bolivia fue de 0,18 por ciento, en Brasil de 0,40 por ciento, en Colombia de 0,10, en Chile de 0,40, en México de 0,50, en Ecuador de -0,50, en Paraguay de 0,60, en Perú de 0,10 y en Uruguay de 0,30. La inflación sumada de estos 9 países es de 2,6 por ciento. Se trata de una cifra que representa la mitad de la inflación argentina.
Las subas del riesgo país se aceleraron desde que el país consiguió el primer préstamo del Fondo Monetario. La agencia de bolsa Rava Bursátil muestra la evolución de este indicador elaborado por el JP Morgan en lo que va del año. La escalada es notable a partir de junio. En enero, el riesgo país se ubicaba en 350 puntos, una cifra que no estaba tan lejos de la del resto de los países de la región. En febrero y marzo se posicionó en los 400 puntos y para finales de abril ya se ubicaba en 450 unidades. En mayo y junio, cuando el Gobierno pidió auxilio al FMI, el riesgo país se movió entre los 500 y los 600 puntos básicos. En julio se mantuvo en niveles similares. A partir de agosto se inició la disparada del indicador. El 6 de agosto cerró por primera vez en 700 puntos y el 27 del mismo mes anotó el pico del año (771 puntos).
En septiembre se respiró algo de aire y el indicador del JP Morgan bajó hasta los 588 puntos. La tranquilidad duró poco. Para octubre y noviembre ya estaba de nuevo arriba de los 600 y en diciembre comenzó una escalada con prisa y sin pausa. El riesgo país el 3 de diciembre abrió en 698 puntos y cerró la jornada en 729 puntos básicos. Ayer esta cifra alcanzó el pico del mes (754 unidades). El gran interrogante entre los inversores es si romperá la barrera de los 800 puntos antes que termine el año. Para la primera parte de 2019 algunos analistas aseguran que podría observarse cierta tranquilidad. Se debe a que hay pagos importantes de capital e intereses que podrían reinvertirse en bonos. Esto pondría cierto freno a la caída en el precio de los títulos.
La inestabilidad de los títulos públicos dejó sorpresas en el mercado. Las acciones de los bancos anotaron un fuerte rebote en la bolsa de Estados Unidos. El Grupo Financiero Galicia avanzó un 6,0 por ciento. Esta suba es difícil de explicar sin recurrir a la especulación de corto plazo. La banca tiene una gran porción de los títulos públicos. Si los inversores adelantan problemas de deuda deberían también adelantar problemas en el patrimonio de los bancos.
El dólar tampoco acompañó la inestabilidad de los bonos. La cotización de la divisa cerró en 38,75 pesos, con un retroceso de 4 centavos. El tipo de cambio mayorista se ubicó en 37,81 pesos, al aumentar 15 centavos. Las reservas internacionales volvieron a bajar 61 millones de dólares y se ubicaron en 49.785 millones. El Banco Central licitó 141.172 millones de pesos. La tasa promedio fue de 58,97 por ciento, contra el 59,23 por ciento de la jornada anterior. La tasa máxima fue de 59,55. El stock de letras de la autoridad monetaria ya supera los 700.000 millones de pesos.