Según encuestas, 9 de cada 10 hombres prefieren el punto “Bleu”, o mejor dicho, bien jugoso. Mientras, entre las mujeres esto se revierte: suelen preferir la carne cocida.
“Más duro que suela de zapato”, dicen algunos. “Agarralo que se te escapa del plato”, dicen otros. La carne despierta pasiones en Argentina, y en el asado suele haber dos grupos bien marcados, que muchas veces confrontan por sus gustos notablemente diferentes, aunque aquí también existe el punto medio.
De izquierda a derecha: 1) Bleu. 2) Antes de a punto. 3) A punto). 4) Pasado de punto. 5) Cocido.
En la discusión, los fanáticos de la carne cocida apelan al argumento de que “comer carne ‘cruda’ hace mal”, pero ¿cuándo está cruda y cuando es jugosa?
Jorge Torelli, consejero del Instituto de Promoción de Carne Vacuna de Argentina (IPCVA) aseguraba hace unos años que “es completamente cierto que comer carne cruda o poco cocinada podría implicar riesgos para la salud”.
«Puede implicar riesgos bacteriológicos para toda la población, tanto para los que tienen el sistema inmunitario débil como los niños o ancianos, como los que lo tienen más desarrollado», detallaba.
Como es sabido, lo recomendado es no brindarle a niños o ancianos cortes poco cocidos debido a su sistema inmunológico débil. Aunque esto no significa que sea incomestible. Por lo que el argumento es fácilmente derribado en muchas ocasiones por un simple “yo siempre la como así y no me cae mal”.
Nueve o treinta minutos de cocción. Una hora o una hora y media en la parrilla. La discusión está presente en casi toda comida que implique un pedazo de carne, y parece no tener final, porque al fin y al cabo, de gustos no hay nada escrito.