El precandidato a diputado por Frente Unidos por la Libertad y el Trabajo dijo que los planes sociales «no sirven» porque ya no estamos en 2001. Y pidió que sean las empresas privadas las que financien la transmisión de los partidos.
En momentos en que el electorado debe definir qué listas apoyará para las próximas elecciones legislativas, uno de los candidatos a diputado por la oposición, Francisco de Narvaéz, se manifestó en contra del actual sistema de planes sociales.
En una entrevista en vivo con Radio Continental, el líder de «Unidos por la libertad y el trabajo» debió responder preguntas de los oyentes, una de ellas sobre la utilidad o no de las asignaciones.
El diputado respondió: «No, no sirven. Sirvieron en el 2001 y el 2002, porque el país había volado por el aire, pero hoy son una condena y además una fuente de corrupción».
«El Estado nacional reparte 64 mil millones de pesos en 58 planes. 18 millones de argentinos reciben (un plan) de una forma o de otra, y a veces más de uno. ¿Sabe qué pasa cuando se otorgan planes a diestra y siniestra? Una parte se roba, y otra parte no llega donde tiene que llegar», sostuvo el legislador.
En su reemplazo, el candidato propuso “un programa único de asistencia” que pueda ser controlado por el Estado.
«Con toda la tecnología que tenemos podemos hacer un monitoreo y un seguimiento familia por familia, persona por persona, para ver si están estudiando, están trabajando, si tienen cobertura de salud, qué condiciones de vivienda tienen», señaló.
Por otro lado, sugirió hacer «un shock de inversión» para las Pymes y entregar «máquinas de coser en los barrios».
Finalmente, consultado sobre el programa “Fútbol Para Todos” a través del cual se transmiten públicamente los partidos del fútbol argentino, De Narváez criticó que el Estado destine “cuatro mil millones de pesos” para garantizar la realización de dicho programa.
«Yo quiero un fútbol visto por todos -aclaró-, pero los 4.000 millones de pauta los deberían estar poniendo empresas privadas y no el Estado», y agregó que la tanda se utiliza «para pasar la publicidad de la Presidenta o para decir algo que al final del día no es verdad».
