El vínculo de amistad une a las dos estrellas internacionales. Las imágenes del encuentro que mantuvieron en la puerta del vestuario.
Fue una imagen maravillosa. Una escena que pasó de la emoción a las risas en escasos minutos. Los valores de la amistad se expresaron en su máximo potencial con las reacciones que tuvieron Lionel Messi y Neymar cuando la final de la Copa América concluyó con el título de Argentina. Es que el capitán del seleccionado albiceleste consoló con un largo abrazo al brasileño, después de ganar el título en el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro.
En medio de la felicidad por la conquista de su primera corona con la selección mayor, el rosarino tuvo el gesto de dirigirse hacia un entristecido Neymar para darle ánimo pese a la derrota del Scratch, que intentó sin éxito revalidar el título alcanzado hace dos años en el mismo escenario.
Con sus compañeros saltando y cantando al costado, Messi abrazó a su ex compañero de Barcelona y lo arengó a levantarse de la derrota que le impidió al paulista ganar su primera Copa América ya que estuvo ausente en la edición de 2019.
El jugador de París Saint Germain, enfrentado con un sector de la hinchada brasileña por el favoritismo hacia el seleccionado argentino en la final, esperaba otro desenlace cuando publicó en redes sociales un mensaje de optimismo a horas de la final: Neynight modo on.
Ney tuvo un partido por debajo de su potencial y perdió el segundo partido decisivo en el que tuvo enfrente a Messi. El anterior había sido la final del Mundial de Clubes de la FIFA que Barcelona le ganó a Santos de Brasil (4-0) en 2011.
Luego de las lágrimas (de emoción para uno y de tristeza para el otro) llegaron las risas. Así lo captó la cámara de TyC Sports, cuando Messi, Neymar y Leandro Paredes, representaron al potrero con una imagen que enaltece la maravillosa figura del fútbol. “Falta la gaseosa”, dijo uno de los comentaristas, comparando aquella reunión espontánea como la que suelen tener los aficionados amateurs cuando terminan de jugar con sus amigos en la canchita del barrio.
Después llegó el momento de compartir la felicidad con los fanáticos. Messi publicó un mensaje de desahogo en su cuenta de Instagram para sacarse de encima esa mochila que tanto le pesaba: “¡Que hermosa locura! Esto es increíble ¡Gracias Dios! Somos campeones, la concha de su madre ¡Vamos carajo!”
El astro rosarino acompañó su posteo con una foto abrazando el trofeo de selecciones más antiguo del mundo en uno de los vestuarios del estadio de Río de Janeiro. La Pulga, de 34 años, se llevó todos los flashes de la noche por la consagración del seleccionado argentino, primera desde la edición de Ecuador en 1993.
Extasiado por la conquista de su primer título con Argentina, Leo compartió su felicidad con su esposa Antonela Roccuzzo y su padre Jorge Messi mediante dos videollamadas realizadas desde el césped del Maracaná.
Además, fue el centro de los festejos del plantel: sus compañeros lo lanzaron al aire en el propio campo de juego y en la intimidad todos se fotografiaron con él por su merecida revancha con la Albiceleste luego de perder cuatro finales. La Conmebol lo distinguió como el mejor jugador del torneo y también le dio el trofeo al máximo goleador, que compartió con el colombiano Luis Díaz.