Nuevos chats del extorsionador muestran el vínculo estrecho con políticos y periodistas del grupo Clarín. En este caso, dejó ligado al macrista Diego Santilli.
En el medio de sus operaciones de inteligencia ilegales, Marcelo D’Alessio nombró al menos en dos oportunidades al vicejefe de Gobierno porteño Diego Santilli. Son dos conversaciones de WhatsApp con dos personas distintas. Ambas en el contexto de la operación contra Gonzalo Brusa Dovat, el ex directivo de PDVSA que fue victima del servicio completo de D’Alessio: extorsión, amenazas, tour por la fiscalía de Carlos Stornelli, ágapes con el periodista Daniel Santoro, excursiones al Grupo Clarín para una nota con Rodrigo Alegre y al canal América con Eduardo Feinmann de anfitrión. Ante la consulta de El Destape, desde el entorno de Santilli negaron cualquier vínculo.
Uno de los chats que menciona a Santilli es con Alegre, un intercambio que muestra que la relación promiscua con periodistas del Grupo Clarín no es exclusiva de Santoro. Según consta en el expediente, Alegre le dice varias veces “te chiveo todo”. En jerga de periodistas, significa que va a promocionar todo lo que D’Alessio le pida.
¿Qué le pedía D’Alessio a Alegre? Iba camino a Canal 13 con Brusa Dovat para que Alegre le hiciera una entrevista. Dice textual: “Voy a llegar a las 10.30 con 3 custodios. Lo único q necesito yo es, si podes, q menciones q lo está entregando Dalessio, q es un experto en terrorismo y narcotráfico. Nada más. El esto hacé exactamente lo q quieras. Estoy en medio de una pulsada para q asesoremos a SANTILLI con el manejo de los moto chorros y las villas de CABA. Un cariño a la familia y q hoy gane racing”.
“A vos te chiveo a full” fue la respuesta de Alegre, que integró el equipo que trabajó con Jorge Lanata en el programa PPT.
En su declaración ante el juez Alejo Ramos Padilla, Brusa Dovat contó: “Quiero aclarar también que después de todo esto me llamó muy preocupado Rodrigo Alegre, me preguntó cómo estaba, me dijo que él también se había visto engañado por D ́Alessio”. Por la forma en que conversaba con D’Alessio, no parece que Alegre fuera engañado, sino parte de la operación. Tras la promesa del “chiveo a full”, D’Alessio le escribió al periodista: “Abrazo y gracias! Acá lo tengo al lado recibiendo amenazas a ful!!!!!! El gagaso q tiene este cristiano…”. Al igual que Santoro, que observó en persona como D’Alessio amenazaba a Brusa Dovat para que accediera a ser entrevistado en el restaurat Sarkis, Alegre sabía de la situación de Brusa Dovat. Al inicio de los chats, D’Alessio le dice: “Este año vamos a hacer mucho. Se me puso celoso Daniel Vila!! Jaaaa Mañana lo exprimo y te paso la declaración”. Alegre no pareció preocupado por el exprimido.
En la misma declaración, Brusa Dovat contó que, cuando llegaron a Canal 13, D’Alessio “se presentó ante el portero del estacionamiento del canal como ‘D ́Alessio de la DEA’ y le abrieron el portón inmediatamente”. Cada vez queda más claro que no se trata de Alegre, de Santoro y ni siquiera del mismísimo Ricardo Roa, a quien D’Alessio considera, como reveló El Destape, su nuevo amigo. Se trata del Grupo Clarín, cuyo estacionamiento no es accesible a cualquiera y menos con esa presentación.
El otro chat en el que D’Alessio menciona a Santilli dice: “Ya había había hablado con SANTILLI para q me rastrille el trayecto. Gracias por avisar”. Conversaba con la esposa de Brusa Dovat luego de la entrevista que les hizo Feinmann, en la que el espía ilegal presentó a su víctima como “el Centeno de PDVSA”. A la salida del canal, D’Alessio y Brusa Dovat se separaron. Brusa Dovat se fue caminando a su casa y no tenía batería en el celular. Su mujer, preocupada porque no podía comunicarse con él, le escribió a D’Alessio. Primero, para preguntarle por su marido. Luego, para avisarle que ya había llegado. D’Alessio contestó: “Ya había había hablado con SANTILLI para q me rastrille el trayecto. Gracias por avisar”. Las mayúsculas están en el original.
El Destape se comunicó con Diego Santilli para consultar sobre su aparición en las conversaciones de D’Alessio. Desde su entorno contestaron: “No tuvo contacto personal con él. Puede ser que le escribiera cómo lo hizo con todo el mundo porque tenia todos los contactos y pudo haberlo mencionado como a todos. Él, personalmente, no tuvo contacto, no se reunió con él”
Desde el inicio de este escándalo hay sectores interesados en catalogar a D’Alessio como loco y fabulador. Fue la línea que marcó la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, por ejemplo, cuando dijo que “es una persona que está loca, totalmente demente”. Pero el problema que tiene esa hipótesis es que, por más alocada que parezca, buena parte de la logorrea (Verbitsky dixit) de D’Alessio se comprobó como cierta y brindó indicios de operaciones de inteligencia y de espionaje ilegal mucho más allá de la denuncia originaria del empresario agropecuario Pedro Etchebest.