Ella es fanática de River, él “muy bostero”. Viven en Núñez, a metros del Monumental pero hoy, día en que Diego cumpliría 62 años, quien pase por allí y mire para arriba podría pensar que está en La Boca.
Pasaron casi dos años de ese mediodía increíble, el que dejó en silencio a un país. Ese en el que Maradona murió, casi un mes después de haber cumplido 60 años. Si hasta pareciera haber esperado a llegar a esa cifra redonda, como le gustaba, porque la pelota lo era. ¿Muerto? Bueno, hay que ver si muerto porque Diego es de esos que nunca mueren pero no porque -como pasa- muchos se lo tatuaron en la memoria, sino porque él pareciera ingeniárselas para estar -como sea- junto al pueblo que lo ama.
Pululan las imágenes de Pelusa de Fiorito. En La Boca, en Nápoles o en los rincones más olvidados de cualquier lugar del mundo donde algo del 10 aparece para dibujar una sonrisa, aunque también lágrimas, algunas de tristeza, la mayoría de emoción, como ocurrió en un barrio que no es, justamente, uno de los que podría emparentársele, pero ya no existe un lugar en el Diego Armando Maradona no esté: nada menos que a pocos metros del estadio de River Plate, para pintar de 10 una historia de amor. Informó TN.
El autor y su obra para celebrar un amor
La obra fue realizada por San Spiga. El artista urbano accedió al pedido de Daiana Martínez: la mujer de 32 años quería sorprender a su marido, Nicolás Umbert (37), por su primer aniversario de casados que, curiosamente, se cumpliría en una fecha muy cercana al día en el que el ídolo hubiera cumplido 62 años (hoy).
Un amor hecho “a base del registro del otro” y que va más allá de los colores
Daiana y Nicolás se conocieron en 2016. Trabajaban juntos. Ella es analista contable y él se desempeña en el área de recursos humanos de la misma empresa y, aunque con el tiempo tomaron distintos caminos laborales, ya nada frenó un amor que, como describen ellos mismos, está hecho ”en base al registro del otro”.
Fue justamente esto lo que llevó a “la Negra” a dejar de lado su fanatismo por River y sorprender a Nico, “bostero de ley” y maradoniano, con un mural en la terraza de la casa en la que viven. La única “condición” que se puso ella fue que en la imagen elegida el Diego no tuviera puesta la casaca del Xeneize. Así, optó por una de su época en Argentinos Juniors.
Los colores de las camisetas nunca fueron un problema para esta pareja. “Nos llevamos y convivimos hermosamente. De hecho, yo voy al Monumental junto a un grupo de amigos y, al volver, él nos espera con la comida en la parrilla y con las bebidas. Le armé un aguantadero de River”, cuenta Daiana.
“Sabemos de amor. Sabemos de respeto. No es que no se habla, pero registramos mucho al otro. Este mural fue eso. Mucho respeto a su amor por el Diego”, completa.
La emoción de Nicolás por el gesto de Daiana y su amor por Diego Maradona
El trabajo fue realizado durante una tarde soleada y ventosa, en pleno barrio de Núñez. Si bien la idea era que Nico conociera el mural una vez que estuviera terminado, llegó a casa antes de lo esperado y, además de sorprenderse, pudo participar del paso a paso de la actividad.
“Este mural me conecta rápidamente a la Negra. Es una cuestión de que nuestro amor tiene mucho registro y sentí eso: mucho registro de lo que significa Maradona en mi vida. Nuestro amor es en base a eso, al registro del otro”, explica este fanático del Diez, mientras que su compañera lo observa con lágrimas de emoción. Y agrega: “Un registro es un acto de amor y lo sentí como tal”.
Nicolás cuenta que su pasión por Maradona surgió en su época de adulto y tiene un significado especial. “Me conecta al barrio. Nací en Moreno, un barrio humilde, trabajador. La Negra es de San Miguel, también un barrio humilde y trabajador. Y el amor hacia Maradona es un poco de respeto a esas raíces”, señala.
Y argumenta: “El tipo estuvo por encima de su obra y acaparó muchos frentes. No lo puedo pensar solo en lo futbolístico, sino en lo que hizo también a nivel cultural, social, político. Fue un irreverente. Es muy difícil buscar lo que significa, pero sé que uno tiene un cierto amor… y el amor no tiene lógica, es emoción”.
Nico y el dolor por la muerte de Maradona
El día que murió Diego Maradona, Nico viajaba en auto junto a un amigo y escuchó la noticia en la radio. “El silencio incomoda, duele. Y hubo un silencio prolongado, con una cierta negación de la situación. Creo que hoy uno sigue negándolo, no toma dimensión de que el Diego ya no está físicamente”, se lamenta.
“La partida de mi viejo la tuve en 2006. Es otro amor, diferente y demás… pero la sensación de falta fue muy parecida. La falta física de alguien. Son amores totalmente diferentes, pero me dolió mucho”, completa.
Propuesta de casamiento y ceremonia en tiempos de coronavirus
Daiana y Nico se casaron el 15 de octubre de 2021, aún en pandemia. El año no venía siendo bueno: meses atrás, se había muerto la pareja de la madre de Nico de coronavirus. La propia madre también estuvo internada y en estado delicado.
Tiempo después, Nico también se contagió de Covid y decidieron que cada uno quedara instalado en un sector distinto de la casa, divididos por una puerta con ventana de vidrio. Así podían verse a la distancia, hablar y hasta compartir cenas.
Sin anuncio previo, un día Nico se acercó a esa ventana con la computadora en la mano y le propuso “sacar turno”. “Yo le respondí que esperara un poco más porque pensé que me estaba hablando de ir a hacerse los estudios post-covid… pero era para casarnos”, recuerda con mucha alegría Day.
“Me puse a gritar del otro lado de la casa. Corrí un poco hasta que se me pasó. Así arrancamos, nos saludamos a través del vidrio”, continúa. Y añade: “A los cinco días, me agarró covid a mí. Recién ahí pudimos abrazarnos”.
El casamiento también fue durante la pandemia. “Necesitábamos un shock de buena energía, por lo que tampoco quisimos estirarlo o esperar a que pasara toda esta mierda. A los pocos meses nos casamos”, completa la historia. Si bien no realizaron grandes festejos, por aquel entonces pudieron estar acompañados por otras 20 personas.
Quién es San Spiga, el muralista que busca llevar a Diego Maradona a distintos rincones del mundo
San Spiga se define como un ”artista urbano maradoniano”. Nacido en la Patagonia, de chico conoció esta gran pasión que aún lo acompaña en su vida adulta. “En un principio era dibujar a mis compañeros en una pared del colegio y que me caguen a pedos, vandalizar con una lata de aerosol… cosas que te gustan hacer cuando sos adolescente”, recuerda.
Más de grande, estudió diseño y arte en Buenos Aires. “Fue encontrar en una academia, en una vocación, una profesión… un vínculo un poco más profesional con el arte sin perder esa magia que tiene algo de callejero, de prohibido, de ilegal”, continúa San.
Pasaron los años y aún tiene encendida esa llama. “Esa pulsión de vida de hacer lo que te gusta, con amigos… compartiendo. Esto es lo que más me gusta hacer en el mundo. Si pudiera elegir estar en otro lugar, estaría acá haciendo esto mismo”, asegura.
¿Qué es Diego Maradona para vos?
Es el primer inspirador, el primer maestro, el primer artista… la gran musa inspiradora. No solo desde lo futbolístico, sino desde su lado social, su rebeldía. Habló cuando tuvo que hablar. Es como una guía. con todas las críticas que también se le puedan hacer. En el fondo es un faro de arte, de cultura, de lucha. Eso es.
¿Qué es lo que te pasa cuando hacés estos murales de Maradona?
El primer recuerdo de niño de felicidad que tengo está vinculado al Mundial de 1986. Yo tenía cinco años. Es la primera vez que vi a mi familia tan contenta. Y cuando hago estos murales se me despierta ese recuerdo de la infancia. La alegría presente de compartir, estar mirándonos la cara, ensuciándonos, compartiendo un momento, un rato. Es estar vivo, eso me transmite. Me transmite vida, libertad, ganas de estar acá.
¿Y cómo reacciona la gente ante estos murales?
Lo más lindo del mundo es ver la reacción de la gente. Yo laburo en barrios lejanos, marginales. También doy clases en la cárcel. Ahí, por ejemplo, hice un mural del Diego, con todos los pibes y pibas. Es un segundo de libertad, de alegría, de emoción. Ver la reacción de esta gente es incluso más lindo que hacer el mural.
San Spiga y los 10 “muraltares” maradonianos al rededor del mundo
San Spiga está llevando adelante un ambicioso proyecto que consiste en realizar murales de Diego Maradona en distintos rincones del planeta.”Son 10 muraltares que quiero hacer en todo el país y el mundo”, señala el artista y explica: “Se trata de un mural que se transforma en un altar, con celebraciones, velas, flores, carnavales… con lo que cada comunidad sienta con Diego y su cultura local”.
“Me quedan cinco por realizar. En abril vuelvo a Nápoles para seguir con esta aventura. Toda persona que quiera un muraltar que me escriba, que con gusto ahí estaré”, completa.
¿Qué es lo que te lleva a realizar esta tarea que, de cierta forma, ayuda a inmortalizar a Maradona?
Esto es un humilde aporte para convertir a Diego en lo que se merece. Es un ídolo popular. Hoy en día hay un montón de muralistas de Maradona y mi misión es un poco que, cada uno que lo desee, pueda hacer un mural de Diego en su casa. Un dibujo, un recuerdo… como los santos. Los religiosos y los paganos. Es eso, el Gauchito Gil, Gilda. Hoy es el Diego. Mañana será otra persona y cada uno le rendirá tributo a su propio santo.