La joven disfrutó con su familia y lo celebró bailando el vals en plena calle de su barrio. Para ello se puso el tradicional vestido, que en este caso su prima se lo prestó, se colocó una tiara para decorar su melena y no se olvidó del barbijo obligatorio, que no pudo estropearle el día más mágico de su vida. Los vecinos la ovacionaban desde sus ventanas.
A pesar de la cuarentena, Candela pudo disfrutar con la misma emoción su cumpleaños de 15.
Fuente: A24