Se realizó el primer relevamiento del país sobre los adolescentes y el “sexting”, a través de una encuesta a miles de chicos. Una fuerte crítica a la recomendación oficial de prácticas que conllevan un alto peligro por las viralizaciones o explotación de las imágenes, en palabras de la ONG Grooming Argentina que hizo el estudio.
“En términos de grooming, lo que ocurrió con la pandemia del coronavirus y la cuarentena fue algo así como la tormenta perfecta. La situación es muy grave”. Las palabras pertenecen a Hernán Navarro, el fundador y director de Grooming Argentina, la principal organización nacional que vela sobre la seguridad de las niñas, niños y adolescentes en internet.
La explosión de la pandemia del Covid-19 en casi todos los rincones del mundo y los procesos de aislamiento social obligatorio que establecieron varias decenas de gobiernos provocaron un inevitable incremento en el uso de internet. Y, como en numerosos aspectos de la vida, el sexo también empezó a adaptarse a la modalidad virtual.
Es por ello que los especialistas en seguridad cibernética advirtieron que la comunidad adolescente en el mundo se encuentra ante un umbral de peligro que la gran mayoría desconoce.
“Lo que hizo la pandemia del coronavirus fue exponer la gran falencia que existe en todo el sistema en términos de seguridad digital. Y el desconocimiento general de una sociedad sobre un tema como éste, tan delicado, supone una presunta ausencia de peligro, cuando no es así”, completó Navarro en una charla telefónica con Infobae.
El último viernes, el Ministerio de Salud de la Nación, representado por el médico infectólogo José Baretta, recomendó la práctica del sexo virtual como una suerte de medida preventiva. La intención era contribuir a evitar que la gente transgreda el aislamiento social con el fin de concertar un encuentro íntimo con otra persona y ponga en riesgo a terceros.
Pero para los especialistas en grooming representó, en palabras de Navarro, “un baldazo de agua fría”.
“Entendemos que lo hicieron con toda la buena intención y que el propio Ministerio de Salud se encuentra en una situación límite. Pero también tenemos que decir que en este preciso momento alentar a la sociedad a practicar el sexo virtual, cuando ni siquiera discriminás la recomendación entre adultos y adolescentes, para nosotros fue algo gravísimo”, se lamentó Navarro.
Infobae accedió de manera exclusiva a los primeros datos estadísticos de la práctica del sexting entre adolescentes en la historia de la Argentina. Se trata de un informe realizado precisamente por Grooming Argentina mediante una encuesta presencial a 2577 adolescentes de ambos sexos de entre 14 y 17 años de todo el país. Los datos se obtuvieron entre inicios del 2019 y febrero de 2020 y las experiencias de los jóvenes fueron vertidas de manera anónima.
El informe indicó que el 40% de los adolescentes consultados aseguraron haber participado en un acto de sexo virtual a lo largo de su vida. El relevamiento supuso así que cuatro de cada diez jóvenes argentinos admitió haber participado de al menos un acto de sexo virtual.
Además, al 35% de los adolescentes encuestados reveló que les han pedido al menos una vez que enviaran fotos o videos desnudos o con poca ropa y otro 35% de los jóvenes consultados reconoció haber recibido videos o fotos íntimas por parte de un desconocido o de alguien que conoció a través de internet.
En un mundo «patas para arriba» en el que se incrementó un 75% el consumo de internet, el sexting entre adolescentes se convirtió en un escenario de sumo peligro y exposición.
“Claramente hablando, la situación en la que estamos es como haber permitido que entre un cazador a un zoológico. La situación no puede ser más preocupante”, afirmó Navarro.
“El problema de todo esto no es la libertad sexual, cada uno debe hacer lo que quiera con su intimidad. El problema es que el medio no garantiza esa intimidad. El significado propio del sexo virtual no es privado ni seguro”.
“Y nosotros estamos haciendo mucha campaña en contra del sexting entre adolescentes porque sabemos cuál es el Lado B de todo esto. Algo que va desde una novia o novio que comparte una nude ‘en joda’ con amigos o una pareja despechada que busca venganza hasta la realidad de que hay toda una industria que está vendiendo las imágenes de los pibes en la deep web”, analizó Navarro.