Completar los esquemas de vacunación según lo estipulado por el Ministerio de Salud se vuelve fundamental para detener el avance del coronavirus.
La Argentina entró en la cuarta ola de coronavirus con el 87,6% de su población vacunada con al menos una dosis y 79,7% con el esquema completo, cifras similares a las de los países más avanzados. Pero ante la circulación de las subvariantes de Ómicron, que dominarán esta nueva etapa de la pandemia, es necesaria al menos una dosis de refuerzo y ahí el país está en deuda: solo la recibió el 42,6% de la población.
El escenario preocupa a los especialistas que, insistieron en que se debe agilizar la campaña de vacunación, pero fundamentalmente de concientización. Una falsa sensación de seguridad se instaló desde que la tercera ola aumentó rápida y exponencialmente los contagios sin amenazar al sistema de salud.
Según dijeron fuentes oficiales, son 12 millones las personas en condiciones de recibir la dosis de refuerzo que aún no lo hicieron. Pero la situación no es homogénea en todo el país. Mientras que algunas jurisdicciones rozan el 70% con su población que ya accedió, otras no superan el 20 por ciento.
Lento avance en la aplicación de dosis de refuerzo
El avance de la vacunación se frenó casi en simultáneo con la baja de los contagios en el final de la tercera ola. Según reconocen los especialistas y funcionarios de salud, el temor a la enfermedad se acrecienta cada vez que los casos crecen, y en forma paralela aumenta la cantidad de personas queriendo vacunarse.
Cuando a principios de diciembre del año pasado los casos comenzaron a subir, también lo hizo la demanda de turnos para vacunación. Mientras que en los primeros días de enero se aplicaban más de 500.000 dosis diarias, esa cifra cayó a apenas 130.000 en los últimos días.
En el Ministerio de Salud confían en que el crecimiento de contagios que está comenzando, sumado a la campaña de concientización, permita duplicar esa cifra antes de que llegue el invierno.
No es lo mismo tercera dosis que dosis de refuerzo
Para la mayoría de la población, la primera dosis de refuerzo se corresponde con la tercera vacuna aplicada, pero para los mayores de 50 años que recibieron dos sueros de Sinopharm, la tercera vacuna que se aplicaron completó el esquema inicial; es decir, que para considerar que ya cuentan con el primer refuerzo deben recibir una cuarta vacuna. En esos casos, los registros del Ministerio de Salud consideran a la tercera dosis como adicional y no como refuerzo.
Esa es una de las tantas confusiones que se generan, dado que para los menores de 50 años vacunados con dos Sinopharm, el tercer componente que recibieron ya es considerado un refuerzo, pero no así para los mayores.
Otras confusiones tienen que ver con los plazos que deben transcurrir desde que se tuvo coronavirus para aplicarse el primer refuerzo. El tiempo indicado es de 14 días desde el alta de la enfermedad, sin embargo, la infección da protección por al menos tres meses.
Cómo es la cobertura de vacunación con dosis de refuerzo en todo el país
La Ciudad de Buenos Aires es el distrito que más primeras dosis de refuerzo aplicó, con una cobertura del 69,9% de su población. El promedio país apenas alcanza el 42,6%, con 19.793.510 personas inoculadas en total.
Solo la CABA, La Pampa (63,4%), San Luis (62,3%), Santa Fe (50,7%), Catamarca (46,3%), Neuquén (44,8%), Buenos Aires (44,4%) y La Rioja (44,1%) superan la media nacional. Las 16 provincias restantes se encuentran por debajo. Chubut ocupa el lugar 19º con solo un 30,5%
Misiones es la provincia de menor avance, con tan solo el 17,2% de su población que completó el esquema de dos dosis de las vacunas contra el coronavirus y recibió una adicional de refuerzo.
Lo que complica la situación es que, además, más del 25% de su población no recibió siquiera una vacuna desde el inicio de la campaña.
Los más jóvenes, los menos vacunados
Desde su comienzo, la campaña de vacunación se centró en las personas de mayor edad, que conforman los principales grupos de riesgo. Luego, se fue ampliando a quienes tenían alguna enfermedad preexistente, hasta cubrir a todos los mayores de 3 años.
Con la aplicación de las dosis de refuerzo sucedió algo similar, pero o bien por confianza, por falsa seguridad o por haberse contagiado, muchos de quienes ya deberían haber completado las tres dosis aún no lo hicieron.
Entre los jóvenes de 18 a 29 años, apenas el 35,4% recibió la dosis de refuerzo, y entre los de 30 a 39 años, esa cifra sube al 48,5%. Por el contrario, los que más se acercaron a recibir esa vacuna, que se volvió tan importante para enfrentar de manera más robusta la cuarta ola de coronavirus, fue el grupo de 70 a 79 años, que ya cuenta con una cobertura del 83,8% de su población. Le siguen quienes tienen entre 60 y 69 años, con el 77,2 por ciento.
Estos datos fueron calculados a partir de cruzar la información de vacunación del Ministerio de Salud con las estimaciones de población del Indec.
La cobertura de dosis de refuerzo alcanza a apenas la mitad de las personas en edad laboral activa, situación que se debe revertir si se quiere atravesar la cuarta ola en condiciones similares a la tercera: con crecimiento de contagios, pero sin estresar el sistema de salud ni lamentar más muertes.