De un día para otro se instaló el trabajo remoto, y las personas debieron implementar en sus computadoras personales herramientas de oficina. Los riesgos.
Tres de cada cuatro personas que están trabajando desde su casa no recibieron ningún tipo de capacitación en temas de ciberseguridad. Si esto se traslada al home office que, desde el pasado 20 de marzo, está vigente en la Argentina cuando comenzó la cuarentena, se trata de más de 2 millones de personas que están cumpliendo tareas pero no tienen suficiente conocimiento sobre la manera de protegerlas mientras están conectados.
Es lo que surge de los distintos informes que se conocieron en los últimos días sobre ciberseguridad y teletrabajo y que, apalancados en los datos de la Argentina, encienden alarmas, especialmente porque los mismos expertos en seguridad advierten que crecen los ataques en todas partes del mundo porque, justamente, hay muchas personas conectadas.
«Tres de cada cuatro empleados que trabajan desde su casa aún no han recibido ninguna orientación específica o capacitación para concientizarlos en temas de ciberseguridad. Aunque puede ser más difícil controlar la seguridad de tecnología informática y los datos corporativos de manera remota, las amenazas aún persisten», detalló un informe de Kaspersky.Te puede interesar
Las personas incorporaron diversas herramientas digitales para hacer teletrabajo pero no lo informaron a los responsables de tecnología
La compañía de seguridad señaló que el 27% de los empleados que trabajan de manera remota recibieron correos electrónicos de phishing relacionados con el coronavirus. Por eso desde la compañía indicaron que es necesario que las empresas aseguren que su personal pueda desempeñarse como lo haría normalmente.
«El phishing es lo peor de todo», describió un experto en seguridad que prefirió el off con iProfesional. Desde que se inició el aislamiento fue común recibir mensajes de correo electrónico que provenían supuestamente de los bancos de los que uno es cliente, de plataformas de e-commerce y hasta de reparticiones del Estado. Por esto también fue habitual recibir mensajes de las diversas instituciones alertando que no se estaban pidiendo datos personales por esa vía.Te puede interesar
Escasez de capacitación
Acá es donde aparece el otro dato, más preocupante. El 73% de los encuestados reveló que no fueron capacitados por las empresas en las que trabajan para concientizarlos sobre ciberseguridad cuando debieron pasar prácticamente de un día para otro a trabajar a distancia.
«Por lo tanto, establecer medidas efectivas de ciberseguridad es fundamental, ya que el trabajo a distancia también puede traer nuevos riesgos, como el aumento de los ataques de spam y phishing, la conexión a puntos WiFi inseguros o el uso de aplicaciones por parte de los empleados, no aprobadas por el departamento de TI», agregó el reporte de Kaspersky.Te puede interesar
El riesgo de los problemas de seguridad alcanza a unos 3 millones de argentinos que están teletrabajando desde sus casas, de acuerdo a un informe de CIPPEC. Si apenas algo más de un 25% recibió algún tipo de capacitación, más de 2 millones no la recibieron tal como lo consideran las empresas de ciberseguridad.
El phishing fue una de las principales amenazas a las que estuvieron expuestos quienes realizaron trabajo remoto
«Argentina, tanto a nivel de gobierno como a nivel corporativo, lo manejó bien aunque todo el planeta es un blanco ideal. Si no pasó nada fue en parte porque hay objetivos más interesantes para atacar», agregó el experto consultado.
La Argentina es el 47° país más atacado a nivel mundial, tal como se ve en este mapa en tiempo real. La mayor concentración se da en los países más ricos y que concentran mayor riqueza, lo que no quiere decir que los problemas no estén a la orden del día.
Los incidentes registrados en las clases virtuales que los docentes comenzaron a brindarles a sus alumnos y que tuvieron que ver con el ingreso de pornógrafos a esos espacios revelaron, por ejemplo, que uno de los lugares en donde menos capacitación en ciberseguridad existe es en el ámbito educativo. Tal vez el espacio en donde más haya que trabajar cuando, de antemano, se sabe que la pandemia modificará muchas costumbres.
