El mercado automotor argentino está dividido en tres grupos. Los autos y SUV por un lado, que tanto sean de producción nacional como importados de Brasil, México o Colombia no tienen arancel de importación alguno, entran en el impuesto interno conocido como impuesto a los autos de lujo.
Los utilitarios, donde entran las pick-ups y los furgones, también de cualquiera de ambas procedencias que por ser vehículos destinados a la producción y el trabajo no pagan ese impuesto pero al mismo tiempo tienen el beneficio de tributar un 10,5% de IVA y no del 21% del grupo anterior; y por último están los que provienen de origen extrazona, que paguen o no algunos de ambos impuestos, tienen el arancel de importación del 35% sobre su precio de salida del país de fabricación, indica Infobae.
Siguiendo este contexto, el consumo masivo de autos en Argentina está compuesto por un 95% en los productos de los primeros dos grupos, pero entre las trabas a las importaciones por un lado, y la cancelación de deudas con el exterior por el otro, se generó, desde hace varios meses, que la mayor parte de las operaciones de los usuarios argentinos sean con autos fabricados nacionalmente.
De este modo, para entender el movimiento real de precios que tuvo el mercado en los últimos tiempos, hay que revisar los utilitarios destinados a trabajo, tanto furgones de carga, como pick-up medianas y compactas, porque al no tener la traba de un precio trimestral “topeado” por el impuesto de los autos de lujo, fueron los únicos vehículos que pudieron ajustar sus precios por inflación sin tener que hacer maniobras distorsivas.
Desde el viernes previo a las elecciones generales que la industria automotriz y los importadores de automóviles de Argentina no tienen acceso a los dólares oficiales del MULC para pagar al exterior. Desde entonces, casi dos meses de complicaciones para que las marcas puedan disponer de sus recursos financieros para operar, hubo dos actualizaciones de precios oficiales, la de noviembre y la de diciembre.
En noviembre, salvo una marca, todas aumentaron entre el 10% y el 13,9%, con Renault en el índice más bajo y Ford en el otro extremo. Quien no aumentó sus valores, y fue una de las sorpresas de noviembre, fue General Motors, que decidió no cambiar su lista de precios en su totalidad.
En diciembre, los precios se volvieron a actualizar, ahora sí con todas las marcas subiendo sus precios, también entre el 10 y el 13,4 por ciento. El que más aumentó volvió a ser Ford y los que menos lo hicieron fueron Nissan y Chevrolet, que remarcaron sus precios en el arancel mínimo.
Desde la primera vuelta de las elecciones a la asunción del nuevo gobierno de Javier Milei, los aumentos en los vehículos utilitarios van descontando el 10% excepcional de Chevrolet por cuestiones estratégicas, desde el 23,2% que aplicó Nissan hasta el 29,4% de Ford.
En tanto, quedaron Renault con el 23,6%, Toyota con el 25,6% y Volkswagen con el 28,4% de aumento. Entre estas últimas, el promedio fue del 26%.
Así, el mercado de las pick-up medianas, técnicamente descriptas como de una tonelada por su capacidad de carga, tiene hoy en las versiones más económicas de cabina doble pero tracción trasera en un promedio de 19.4 millones de pesos, con la oferta más accesible en la Chevrolet S10 LS, publicada en $18.214.900 y la Ford Ranger XL 4×2 en 21.083.000 de pesos.
En el segmento de las camionetas medianas con mayor equipamiento y tecnología, el precio promedio es de 37 millones de pesos, nuevamente con la versión de General Motors, la pick-up Chevrolet S10 2.8 4×4 HC AT, que se vende en $29.147.900 como la de menor precio y la Ford Ranger LTD+ V6 en 43.371.000 de pesos.
Con los furgones medianos, otro tipo de utilitario que se fabrica en Argentina y no paga impuesto PAIS por ser importado ni depende de SIRA, para tener disponibilidad, los precios se comportaron del mismo modo.
El promedio de aumento entre octubre y diciembre fue de 24,5%, con el Peugeot Partner o el Citroën Berlingo en su versión nafta como los más accesibles con un precio de 12,4 millones de pesos y el Renault Kangoo en su versión diésel como el más costoso del segmento con un precio de 18,2 millones de pesos. El aumento de Renault en estos dos meses para la línea Kangoo fue del 24% mientras que los aumentos de Partner y Berlingo fueron variables. En las versiones nafta fue del 21% pero en las HDI llegó al 29% entre octubre y diciembre.