De acuerdo a un relevamiento del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, la pérdida acumulada se situó entre 5 y 10 ingresos mensuales. Jubilados perdieron un monto equivalente a $193.000.
Según publicó Infobae, la inflación -que en febrero fue de 4,7% y alcanzó el 52,3% en los últimos 12 meses- sigue siendo un flagelo en la Argentina y un estudio reciente así lo demuestra. Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) en los últimos cuatro años los salarios del sector privado registrado perdieron contra la inflación en 30 meses, lo que equivale al 63%, mientras que los del sector público cayeron en 33 meses (69%), y los del sector privado no registrado en 34 meses (71%).
De acuerdo al Instituto, los resultados anticipan la posibilidad de una pérdida de los ingresos reales, excepto que los meses en los que los ingresos nominales crecieron por encima de la inflación más que compensen las pérdidas del resto de los meses. Para eso, indicó que existen dos formas complementarias de calcular el deterioro de ingresos de los sectores considerados.
La primera consiste en comparar la situación actual (febrero 2021-enero 2022) contra un periodo base (febrero 2017-enero 2018) y cuantificar la variación en términos reales. En ese sentido, indicó que en el último año los cuatro sectores poblacionales percibieron un ingreso inferior en términos de poder adquisitivo al del año tomado como base.
Al comparar los ingresos nominales con la inflación, observó que los sectores más perjudicados serían los trabajadores informales. Estos últimos perdieron 8,5% de poder adquisitivo en promedio por año, según el informe. Luego, le siguen el sector público con un 6,1% de pérdida promedio por año y los jubilados que perciben el haber mínimo con un deterioro de 5,3% promedio por año.
El informe resaltó que ante esta situación de las jubilaciones, los gobiernos otorgaron bonos compensatorios, lo que hizo que no tuvieran esa caída real de sus ingresos. Asimismo, indicó que los trabajadores privados formales vieron disminuir su ingreso real a un ritmo anual del 4,5 por ciento.
De acuerdo al Iaraf, la entrega de bonos buscó compensar la pérdida real del haber mínimo. “Puede apreciarse que tuvieron un impacto relativo importante respecto al haber jubilatorio. En moneda de enero de 2022, los bonos significaron un aumento promedio del 5,9% en el periodo febrero 2019-enero 2020; del 1,6% en febrero 2020-enero 2021 y del 5,3% en el último año analizado (febrero 2021-enero 2022).
De cuánto fue la pérdida real de ingresos acumulada en los últimos cuatro años
El estudio destacó que si se analiza lo sucedido en los últimos cuatro años, se advierte que los salarios privados registrados alcanzaron un piso en enero de 2021 –con una caída de 18,7% respecto al periodo base- y luego se recuperaron un 3,6% desde ese piso hasta enero de 2022.
Por otra parte, señaló que los salarios del sector público tuvieron una caída de 25,3% hasta mayo de 2021 y se recuperaron un 5,8%, mientras que los salarios del sector privado no registrado cayeron 33,4% hasta septiembre de 2021 y luego se recuperaron 4,5 por ciento.
En cuanto al haber jubilatorio mínimo, afirmó que el valor real más bajo se alcanzó en mayo de 2021, implicando una caída inicial de 24,5% y una recuperación hasta enero de 2022 de 9, por ciento.
No obstante, según Iaraf, el anterior análisis es útil para ver la dinámica de los ingresos, pero no llega a captar en una sola medida la pérdida acumulada que tuvo lugar en el periodo de cuatro años considerado. Para hacerlo –destacó- se puede computar la pérdida de ingresos de cada período respecto al periodo base considerando que el periodo base son los 12 meses transcurridos entre febrero de 2017 y enero de 2018 y luego acumular el resultado sumando todos los períodos en el lapso considerado.
“Si se toma el caso de un asalariado del sector privado registrado, teniendo como referencia el ingreso que tenía en el periodo base (febrero 2017-enero 2018), puede establecerse que perdió de manera acumulada en los 48 meses que tiene el periodo analizado, un 53% de su ingreso del periodo base, porcentaje que si se lo traduce a meses del año de referencia sería equivalente a 6,3 meses de ingresos perdidos”, analizó.
Este mismo razonamiento indica que el sector más perjudicado es el privado no registrado con una pérdida de 10 ingresos mensuales del año tomado como base. Esto equivale al 20,9% de su capacidad de consumo en todo el cuatrienio (10/48 meses).
Luego le sigue el sector público con una pérdida de 7,9 ingresos mensuales, lo cual equivale al 16,4% de su capacidad de consumo acumulada.
Por su parte, en el caso de los haberes jubilatorios mínimos (incluyendo bonos) se observa que se perdieron 5,6 haberes mensuales del año de referencia, lo que llevado al cuatrienio considerado equivale al 11,6% de la capacidad de consumo.
Sin sumar los bonos, la pérdida de haberes hubiera sido de 6,9 meses del año tomado como base, representando un 14,3% de su capacidad de consumo en el acumulado de cuatro años transcurridos en el periodo analizado.
En ese sentido, Iaraf calculó cuál sería la compensación necesaria, a precios actuales (enero de 2022) para revertir la pérdida acumulada de poder adquisitivo del haber jubilatorio. Para eso, indicó: “El haber jubilatorio mínimo en enero de 2022 fue de $29.062. El haber mínimo de cuatro años atrás, expresado a precios actuales, es de $34.526. Multiplicando este valor mensual por los 5,6 haberes perdidos que se establecieron más arriba (en el caso que se suman los bonos compensatorios), se obtiene que la compensación debiera ser aproximadamente de $193.000 a moneda actual”.
Finalmente, el informe señaló que es prioridad bajar la tasa de inflación de manera sostenida, para por esa vía disminuir la volatilidad de los precios relativos y, a partir de ahí, mejorar la asignación de los recursos escasos.
“Es esencial que ocurra una conjunción de la política, de los sectores económicos y de los sectores del trabajo y todo otro grupo social; que defina líneas de acción concretas para bajar genuina y sostenidamente la tasa de inflación”, destacó Iaraf. Y concluyó: “Como la inflación es un síntoma, eso requiere ponerse de acuerdo en las causas para bajarla sostenidamente. De lo contrario, la pérdida de poder adquisitivo de trabajadores y jubilados se acentuará aún más, profundizando el deterioro social”.