Cuándo hay que testearse por Covid, qué métodos hay y cuál es el más efectivo

“Testear y aislar” se convirtió en el mantra que repite gran parte de la comunidad científica desde el comienzo de la pandemia e “hisopar”, en el verbo más usado desde la llegada del coronavirus. Después de un año y…

lunes 02/08/2021 - 9:55
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“Testear y aislar” se convirtió en el mantra que repite gran parte de la comunidad científica desde el comienzo de la pandemia e “hisopar”, en el verbo más usado desde la llegada del coronavirus.

Después de un año y medio conviviendo con el Covid-19, casi todos nos sometimos a uno de estos exámenes. Sin embargo, pocos pueden responder hoy preguntas básicas sobre los análisis disponibles. Entre ellas, cuál es la diferencia entre un PCR y un test de antígeno, cuándo se recomienda cada uno y si la toma de la muestra con un hisopo se utiliza en ambos casos. Además: ¿hay otras opciones? ¿qué ocurre con bebés y niños?

PCR o test rápido

“Existen dos tipos de testeos. Los que buscan directamente el material genético del virus y los que rastrean una proteína del Covid”, le cuenta a Clarín Pablo Bonvehí, jefe de Infectología del CEMIC y miembro del comité científico de la Fundación Vacunar.

El primero es el famoso PCR, que se puede hacer a partir de un hisopado nasofaríngeo, introduciendo un hisopo unos 4 centímetros por la nariz. “También es posible analizar el material genético a partir de la saliva. Se debe colocar 2 milímetros cúbicos en un recipiente. Esta técnica requiere de varios pasos. Es por esto que demora entre 4 y 5 horas”, detalla Bonvehí.

En general, las personas que se realizan el análisis por la mañana tienen el resultado a última hora de la tarde y los que se lo hacen por la tarde, lo reciben al día siguiente. “Esto tiene que ver con que se suelen acumular varias muestras para procesar todas juntas”, confirma el especialista. Al principio, el hisopado incluía la toma de la muestra por nariz y boca, con el tiempo se determinó que no era necesario.

Test de antígeno en Costa Salguero. Foto German García Adrasti

Test de antígeno en Costa Salguero. Foto German García Adrasti

Como alternativa más económica y rápida, aunque menos sensible, está la prueba de antígeno o test rápido, que también se hace a partir de un hisopado. “En este caso, el objetivo del estudio es detectar la proteína S, que es la parte del coronavirus que se une a la célula y deriva en la infección. El proceso para la obtención del resultado es mucho más sencillo por lo que puede hacerse en cualquier sitio y la respuesta está en 20 minutos”, explica Bonvehí sobre el método que, por ejemplo, ahora se está utilizando para testear a los pasajeros que arriban desde el exterior por Ezeiza.

La sensibilidad varía según el tipo de prueba. La presencia de síntomas también influye. De hecho, el test de antígeno es bastante más eficaz cuando la persona que se hisopa tiene sintomatología. Parte de la explicación está en que “al tener síntomas seguramente cuente con más carga viral, que ayuda a la detección de la proteína”, dice el especialista del CEMIC.

¿En qué situaciones hay que testearse?

Las personas deben hisoparse cuando presenten síntomas, si es que son contacto estrecho de un infectado o luego de un viaje. No está recomendado el testeo antes de la vacunación.

“Se considera contacto estrecho a aquel que estuvo durante 15 minutos sin la protección recomendada a menos de dos metros de distancia de un contagiado, incluso cuando ese encuentro haya sido al aire libre. Es decir, ir a tomar un café con una persona que después nos avisa que tiene Covid es un ejemplo de ello”, aporta Bonvehí.

Test de PCR a través de la saliva. /Reuters

Test de PCR a través de la saliva. /Reuters

En ese caso, el que se reunió con el infectado debe aislarse durante 10 días. La recomendación general para hacerse el PCR es esperar al día 7 del contacto estrecho si es que no presenta síntomas.

Sin embargo, esto cambia si la persona, por su trabajo u otras razones, se vio con otros antes de enterarse de que era contacto estrecho. “Frente a esa situación, conviene testearse antes del séptimo día para alertar a los posibles involucrados ante un ‘detectable’, aunque hay que saber que un resultado negativo no implica que la persona no tenga Covid. Puede estar incubando la enfermedad. Por eso, se deben respetar los 10 días de cuarentena obligada”, asegura.

Y agrega: “Si el test rápido da negativo, pero existe una fuerte sospecha de que la persona tiene Covid hay que hacerse un PCR. Y si el PCR da negativo pero la persona tiene síntomas se recomienda repetirlo a las 48 o 72 horas”.

Testeos y su relación con vacunas y variantes

Para Bonvehí la vacunación modifica el escenario. “Tener a una gran cantidad de gente con al menos una dosis cambia un poco el panorama con respecto a infecciones y testeos. Si bien faltan evidencias, seguramente haya personas circulando con menos carga viral. Por un lado, esto es bueno porque contagiarían menos pero, a la vez, también se reducen las chances de que los infectados logren detectarlo a través de un test de antígeno”, advierte.

Prueba de antígeno obligatoria en Ezeiza para los pasajeros que vienen del exterior. Foto Luciano Thieberger.

Con respecto a las nuevas variantes, entre ellas, Manaos y Delta, Bonvehí afirma que “hasta el momento, los estudios realizados confirman que no afectan la sensibilidad de los testeos”.

La recomendación de la OMS es que se haga un número suficiente de testeos diarios como para que la positividad esté por debajo del 10%. Hasta hace poco, nuestro país se ubicaba cerca del 30%. Hoy el número fluctúa según la jornada pero, en general, está entre el 15% y el 20%.

Para Bonvehí, en parte tiene que ver con que “los casos están bajando y el número de testeos se mantiene estable”. “Sería importante que nos sigamos acercando al 10% y que contemos con la posibilidad de aumentar los hisopados si es que la cifra de casos se vuelve a incrementar”, destaca. Insiste sobre este punto teniendo en cuenta que la consigna sigue siendo “testear y aislar”.

Eduardo López, infectólogo pediatra del Hospital Gutiérrez y miembro del comité que asesora al Presidente, dice que en los últimos meses se incluyó el uso de los testeos rápidos y que eso fue de gran ayuda.

“Hay lugares que no cuentan con la tecnología necesaria como para hacer un PCR por lo que los exámenes de antígeno resultan una alternativa”, remarca. Y aclara que no hay que confundir estos testeos con los chequeos serológicos, que se hacen a partir de una extracción de sangre y tienen como fin saber si la persona cuenta o no con anticuerpos después de vacunarse o de haber cursado la enfermedad.

Coincide en que la sensibilidad es mayor con el PCR (de más del 90% considerando sintomáticos y asintomáticos) aunque señala que algunos trabajos recientes sobre el uso del test de antígeno realizados en España y Estados Unidos también mostraron buenos resultados. “La conclusión fue que la sensibilidad en casos asintomáticos con la prueba rápida es de entre el 80% y 85%, cuando se venía hablando de un porcentaje menor”.

La diferencia en el costo es significativa: el PCR sale cerca de 7.000 pesos mientras que el test rápido, unos 800, según López.

Sobre este último comenta que “hace menos de un mes, se empezó a utilizar en algunas partes del mundo un hisopo mucho más corto, que solo se introduce dos centímetros”.

No es tan invasivo y, al parecer, resulta igual de útil. Por ahora sirve solo para el test rápido», suma el especialista del Gutiérrez.

El hisopado y los chicos

López sostiene que a los chicos hay que hisoparlos. “En un momento, esto no se hacía. La directiva era considerarlos positivos si sus padres tenían Covid. Se tomaba esta medida no porque estuviera contraindicado el examen en este grupo, sino porque faltaban kits de testeo”, resalta.

En el Hospital Gutiérrez cuenta que se les hace la prueba PCR. La muestra se toma generalmente por la nariz aunque, si al niño le molesta mucho, también se puede realizar por la boca, como se suele hacer con el exudado de fauces para determinar la presencia de estreptococo”, precisa. Y afirma que es posible hisopar a chicos y hasta a bebés.

Las señales de alerta se fueron ampliando con el tiempo. Actualmente, hay que prestar atención frente a síntomas como fiebre (37,5 °C o más), dolor de garganta, congestión nasal, dolor de cabeza, tos, dificultad para respirar, malestar muscular, diarrea y vómitos, pérdida del olfato o del gusto. “Es importante no subestimar las manifestaciones leves y testearse incluso con un solo síntoma”, cierra López.

Fuente: clarín

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