La incidencia sobre los ingresos alcanzó su máximo histórico: según datos oficiales, el valor de los alquileres se disparó en los últimos años y pasó a representar el 50 por ciento del salario de los inquilinos. Históricamente, no superaba el 25 por ciento.
Desde la Defensoría del Pueblo advirtieron una inminente “emergencia habitacional” ya que cada vez hay más personas que «rescinden los contratos porque no pueden pagar». La Ley de Alquileres, que Macri prometió impulsar, perdió estado parlamentario.
En un mes en el que muchas personas deben enfrentar renegociaciones o ajustes en el monto de sus alquileres, el defensor del Inquilino, Fernando Muñoz, advirtió que «nunca en la historia el alquiler incidió tanto en los ingresos» y precisó que la relación alquiler-salario ronda el 50 por ciento. El funcionario de la Defensoría del Pueblo porteña advirtió sobre una tendencia creciente de personas que «rescinden los contratos porque no pueden pagar» y encendió las alarmas sobre una inminente «emergencia habitacional en la que se produzcan desalojos por vía judicial».
«Es la primera vez en la historia que el alquiler incide tanto en los ingresos. Estamos en un nivel de cincuenta por ciento de incidencia del precio del alquiler en los ingresos promedio en la Ciudad de Buenos Aires, cuando históricamente no superaba el 25 por ciento», detalló Muñoz sobre la base de los índices del propio gobierno porteño.
Según la Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad, el valor promedio de un departamento dos ambientes se ubicaba en noviembre en 12.792 pesos, mientras que el promedio de ingresos individuales alcanzaba los 23.660 pesos en el segundo trimestre del año pasado. «Desde hace seis meses vemos que mucha gente rescinde contratos porque no puede pagar el alquiler. Los inquilinos no quieren deuda», apuntó el defensor del Inquilino, en diálogo con radio La Red, y advirtió que la tendencia creciente de la incidencia del alquiler sobre los ingresos continuará «en la medida en que no haya ningún tipo de regulación».
«En la actualidad, un inmueble del misma tamaño y antigüedad puede ser alquilado con distintos precios y condiciones frente a la falta de regulación», criticó Muñoz y no descartó que esa lógica dispare una emergencia habitacional en la que comiencen a ordenarse desalojos por vía judicial frente a la imposibilidad de cubrir el costo del alquiler.
En octubre, tras la segunda corrida del dólar, el presidente Mauricio Macri ofreció una conferencia de prensa en la que reconoció las altas cuotas a las que habían llegado los promocionados créditos UVA y las dificultades que enfrentaban los cerca de 8 millones de inquilinos en el país. «No saben si van a poder seguir pagando sus alquileres», se mostró sensibilizado el mandatario y anunció que impulsaría la sanción de una Ley de Alquileres en el Congreso.
Sin embargo, el proyecto de ley quedó frenado luego de que la bancada oficialista mantuviera una serie de reuniones con los representantes de las inmobiliarias. La promesa de Macri solo necesitaba sortear el debate en la Cámara de Diputados, debido a que la ley contaba con media sanción del Senado desde 2016, cuando fue presentada por la senadora del Frente para la Victoria Silvina García Larraburu. Las presiones de las inmobiliarias ganaron la pulseada y el presidente no impulsó el tratamiento en las sesiones ordinarias ni incorporó la normativa en la extraordinarias, algo que fue reclamado por las organizaciones de inquilinos, ya que la norma perdió estado parlamentario en 2018.
