A partir de que se hizo realidad la clasificación de la Selección argentina en noviembre, luego de un empate con Brasil, la ilusión de los argentinos por llevarse la copa una vez más comenzó a crecer notoriamente. Además, el gran desempeño que obtuvo el conjunto albiceleste en las Eliminatorias Sudamericanas de la Conmebol ayudó a incrementar esta ilusión.
Como suele pasar en cada partido de fútbol, muchos tienen la práctica de cábalas para «darle suerte» al equipo del que simpatizan. Para que Argentina se consagre en Qatar, existe la posibilidad de que los jugadores y el cuerpo técnico realicen uno de los rituales que Carlos Salvador Bilardo hizo antes de campeonar en México 1986.
¿Coincidencias? La segunda clasificación de Canadá a un Mundial y la eliminación de Nigeria coinciden perfectamente con la situación cuando Argentina levantó su último título del mundo.
Y seguimos con las casualidades… Otra de ellas es que antes de que la «Albiceleste» triunfe en México, los de Bilardo se habían enfrentado contra Israel en un amistoso como visitante. Lo que ocurrió después ya es conocido e histórico.
Los mismos medios de comunicación israelíes fueron los que afirmaron que podrían ser los próximos rivales para el amistoso a mitad de año. Esto surgió luego de que la FIFA expulsara a Rusia de la Copa del Mundo de este año por la invasión en Ucrania. Israel iba a cruzarse con los rusos, pero por las sanciones recibidas, todo apunta a que será Argentina a quien se enfrenten.
El buen momento futbolístico argentino en ese año inició con la goleada por 7 a 0 a Israel, siendo que los de Bilardo venían de dos caídas consecutivas. Para los cabuleros y supersticiosos, la esperanza está más latente que nunca y muchos creen que este será el año.
La más conocida que se podría volver a repetir es la que el mismo doctor y entrenador llevó a cabo en el país. ¿Cuál? La de ir con todo el equipo y cuerpo técnico a la ciudad jujeña de Tilcara. En 1986, le prometieron a la Virgen de Copacabana que si lograban el título en México volverían para agradecerle, pero esto no terminó ocurriendo.
A pesar de las diferentes versiones que circularon tiempo después, se dice que Bilardo y los jugadores negaron en varias ocasiones aquella promesa. «Nunca prometimos nada. No fuimos a la virgen para prometer eso pero igual parece que fuéramos los culpables de que Argentina no salga campeona del mundo», señaló Batista.