Mantener la comida fresca en la despensa puede ser un desafío, especialmente si no tenés una estrategia adecuada para organizar y almacenar los productos. Con estos trucos podés garantizar que tus alimentos se mantengan frescos y utilizables, evitando tirarlos sin haberlos consumido.
La organización y el manejo adecuados de los alimentos
- En primer lugar, podés organizar los productos de manera que los más antiguos están al frente y los nuevos al fondo. Así, vas a utilizar primero los alimentos que están cerca de su fecha de vencimiento y dejando para después los que pueden esperar un tiempo más.
- Otro consejo es agrupar los alimentos en categorías, como enlatados, granos y especias. Etiquetar los contenedores y estantes puede facilitar la identificación de los productos e incluso podés probar colocar la fecha de vencimiento a la vista en la etiqueta.
- También es recomendable realizar inspecciones periódicas a la despensa para verificar las fechas de vencimiento de los alimentos. Descartá los productos que hayan pasado su fecha de vencimiento o que estén en mal estado, llevando un registro de las fechas de los alimentos. Para esto podés usar una hoja de cálculo, una aplicación de seguimiento de alimentos o una simple lista escrita para llevar un control.
- Otro consejo es guardar los alimentos secos y granos en contenedores herméticos para protegerlos de la humedad y los insectos. Esto puede ayudar a prolongar la frescura y evitar el deterioro de los alimentos mientras están conservados.
- Por último, comprá sólo la cantidad de alimentos que realmente necesitas y que podés usar antes de que se venzan. Intentá evitar las compras excesivas que pueden llevar al desperdicio, lo que podés resolver realizando las listas de compras y planificando las comidas para evitar la compra impulsiva de productos que podrían vencer antes de que tengas la oportunidad de usarlos.
