Cristóbal López pidió cambiar las condiciones del salvataje a Oil

La petrolera de Cristóbal López, Oil Combustibles, presentó una queja ante el juez comercial Javier Cosentino sobre los requisitos especiales del salvataje (cram-down), argumentando que el esquema no permite que se anoten terceros para evitar…

martes 24/04/2018 - 19:07
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La petrolera de Cristóbal López, Oil Combustibles, presentó una queja ante el juez comercial Javier Cosentino sobre los requisitos especiales del salvataje (cram-down), argumentando que el esquema no permite que se anoten terceros para evitar la quiebra de Oil.

No obstante, la Sala D de la cámara de apelaciones negó el recurso de la empresa, que no logra atraer a grupos interesados en quedarse con sus operaciones y con la deuda para así salvarse de la quiebra.

La empresa es investigada por retener el Impuesto a la Transferencia de Combustibles por $8.000 millones, una deuda que –actualizada– trepó a los $17.000 millones. Con esos fondos, se habría financiado la compra de otras empresas por parte del Grupo Indalo.

La petrolera no solamente forma parte del holding, sino que es la principal accionista de la mayoría de las otras compañías que también están bajo el paraguas del holding que floreció durante el kirchnerismo.

Por lo cual, su suerte afectará directamente al de las otras firmas vinculadas a diferentes sectores, tales como medios de comunicación, energía, construcción y alimentos.

El juez Cosentino, a cargo del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 5, había ordenado el 11 de abril pasado el proceso de cram-down, que permite evitar la quiebra directa y  abrir un período de salvataje legal en favor de un candidato que asegure la continuidad de la compañía.

El pedido de este recurso había sido realizado por Ignacio Rosner y Santiago Dellatorre, socios del fondo OP Investments, que entre noviembre y febrero pasados  estuvieron al frente de Oil y negociaron la compra de la petrolera, aunque sin éxito.

El plazo para que se presenten eventuales interesados comenzó a correr el lunes pasado, cuando se publicaron los edictos judiciales. El mismo vencerá el miércoles 25 de abril.

Si para esa fecha no hubo interesados, el magistrado puede decretar la quiebra de la compañía y ordenar a los interventores que den inicio al proceso de liquidación de sus activos.

Ese parece ser el destino más seguro para la petrolera si se tiene en cuenta que no hubo, hasta ahora, ninguna propuesta concreta de compra de Oil, de su red de estaciones de servicio y su refinería, ubicada en la localidad santafesina de San Lorenzo.

Una Cooperativa, ¿la salvación?

La única referencia a supuestos inversores se tiene mediante declaraciones de un grupo de trabajadores de la refinería, quienes constituyeron una cooperativa que se postularía para quedarse con la empresa de Indalo.

Sin embargo, tampoco hicieron una propuesta formal ante el juzgado de Cosentino ni informaron sus planes para poder reactivar la compañía y, a la vez, ordenar sus cuentas y negociar el pago de su millonario pasivo, cuyo principal tenedor es la AFIP.

De hecho, el ente fiscal insiste en que la opción más concreta para poder recuperar parte de lo que Oil adeuda es su quiebra. La misma opinión tuvieron los interventores de la petrolera.

Sin embargo, en su fallo a favor del cram-down, el juez Cosentino consideró viable una «reorganización de la empresa», manteniéndola activa.

En este sentido, Héctor Brizuela, secretario de Asuntos Legales del Sindicato de Petroleros (SUPEH), explicó en varias oportunidades que la quiebra sólo favorecería a quienes pretenden que se licúe la deuda, caduquen todos los contratos de trabajo y no se paguen indemnizaciones a los 400 empleados que tiene Oil en la actualidad.

«Sería el escenario más favorable para quienes sólo pretenden el muelle y la planta fluvial, pero que no tienen interés en poner en marcha la refinería», aseguró el dirigente sindical.

A pesar de sus declaraciones públicas y de las intenciones de desembarcar en Oil, el gremio sigue estudiando el momento adecuado para una presentación formal.

De hecho, en algunos sectores se sostiene que detrás de esta iniciativa se encuentran Rosner y Dellatorre, quienes buscarían estirar los plazos de supervivencia de Oil por entre ocho y diez meses más.

Ese sería el tiempo que tardaría el juez Cosentino en analizar e investigar cualquier propuesta formal que le presenten por Oil, más allá de que una vez finalizado ese lapso la cooperativa fracase en su intención.

También se sospecha que López podría impulsar a otro grupo a presentarse en el cram-down, con la misma intención. Es decir, demorar los plazos judiciales y estirar la agonía de Oil Combustibles.

Ocurre que, a pesar de haber optado por darle algo más de oxígeno a la petrolera, Cosentino llenó de requerimientos, algunos casi imposibles de cumplir, a su fallo de apertura del cram-down.

En algunos casos, se vinculan con normas del mercado de hidrocarburos que establece la Secretaría de Energía de la Nación a partir de la Resolución 419/98.

También, limita las presentaciones a sociedades anónimas que puedan demostrar capacidad técnica adecuada, antecedentes suficientes para la comercialización y producción de combustibles y derivados, contar con solvencia financiera, capital de trabajo suficiente para el desarrollo de la actividad de modo de asegurar el normal desenvolvimiento de la empresa y el pago de obligaciones previsionales e impositivas.

Además, deben asumir el pago de la deuda pre concursal que, solamente en el caso de la AFIP, suma $17.000 millones. A esto se suma la generada luego de la apertura del concurso preventivo de acreedores, del orden de los $1.500 millones.

Cosentino obliga además a los interesados a presentar un plan de negocios para reflotar las operaciones de Oil Combustibles, de su refinería mediante la presencia de equipo de profesionales adecuado y un proyecto técnico y financiero preciso a tal efecto.

Hace referencia también a la necesidad de recuperar las tareas de la terminal portuaria y llevar adelante operaciones complejas y delicadas de carga y descarga de buques, «en donde no es admisible la imprecisión ni la inexperiencia».

En cuanto a la red de estaciones de servicio, el posible comprador de Oil tendrá que «atender a variados aspectos de logística, comerciales, ambientales, transporte con recursos humanos con suma capacitación, y recursos materiales suficientes para llevar adelante la operatoria comercial compleja propia de la sofisticada actividad de la que se trata».

Reclama, en paralelo, que se adjunte certificación contable sobre liquidez o acceso inmediato a liquidez suficiente para la puesta en marcha del plan y el pago de las obligaciones pendientes.

En consecuencia, y tal como ya adelantó iProfesional, el juez Cosentino reclama a los grupos con intenciones de comprar Oil que presenten un complejo proyecto comercial basado en:

1) Contar con equipos técnicos propios discriminados por áreas (refinería, almacenaje, puerto, distribución, logística, área comercial)

2) Ofrecer capacidad técnica en cada área debidamente acreditada

3) Delinear un plan de negocios con los recursos humanos que ocuparía, los fondos que aplicaría y un cronograma de actividades

4) Consignar el flujo de fondos proyectado para cancelar la deuda pre y post concursal y atender el futuro del negocio.

5) Indicar cuántos empleados piensa mantener del plantel actual de Oil, qué costo implica y de qué forma va a atenderlo.

De esta forma, el juez Cosentino intentará permitir el salvataje de Oil, aunque desde sectores cercanos a la causa se entiende que se trata de una medida orientada a evitar tomar la decisión de llevarla a la quiebra de manera inmediata, tal como le reclaman la AFIP y los propios interventores judiciales de la compañía.

 

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